La sección sexta de la Audiencia de Barcelona tiene previsto juzgar mañana martes a un individuo por un delito continuado de abuso sexual a una menor de 13 años, a la postre la nieta de su pareja sentimental. En su escrito de acusación, el fiscal le pide 6 años de cárcel y la prohibición de aproximarse a menos de un kilómetro de la victima, así como a comunicarse con ella, por un plazo de 8 años superior al de la pena de prisión impuesta. El Ministerio Público también pide que se le imponga al acusado la medida de libertad vigilada por un plazo de 8 años una vez cumplida la pena de cárcel y le reclama seis mil euros por los daños morales causados a la menor. La denuncia ha sido tramitada por el Juzgado de Primera Instancia e Instruccón 3 de Rubí.
Explica el fiscal en sus conclusiones provisionales que los hechos se remontan al verano de 2014, cuando la menor tenía 10 años. Durante ese verano, la abuela y su pareja sentimental desde hacía unos 20 años -un individuo de nacionalidad filipina y en situación regular en España- se hicieron cargo de la guarda de la nieta y la trasladaron a su domicilio. Fue entonces cuando, dice el escrito de calificación, “en un número indeterminado de ocasiones, mientras se encontraban estirados en el sofá, el acusado realizó tocamientos impúdicos en los pechos y en la vulva de la menor, en unas ocasiones por encima de la ropa, en otras por debajo de la misma, exhibiéndole películas pornográficas, al tiempo que realizaba los tocamientos”.
Como consecuencia de estos hechos, la menor desarrolló una sintomatología postraumática, marcada, entre otros aspectos, por una mayor desconfianza, miedo ante el contacto con hombres adultos y pesadillas relacionadas con el acusado.