"Mònica tiene 49 años y desapareció el 7 de agosto en Terrassa. Ayúdanos a encontrarla", rezaba el mensaje que los Mossos d’Esquadra colgaron en Twitter diez días después de la desaparición de Mònica Borràs.
Portaba sandalias y un vestido rosa, se dijo en la denuncia. A mediados de agosto la cuenta de mossos en la red social mantenía la información. Mònica Borràs tenía previsto irse de vacaciones, según un familiar. Su rastro se esfumó. No se detectaron movimientos en su cuenta bancaria. La mujer, pensionista, había sido integrante de un grupo de cultura popular, de fuego, en su juventud.
Pasaron las semanas. En poco más de un mes se hubiera cumplido un año de la desaparición. Los mossos se acercaban al objetivo. Otras muchas desapariciones, de décadas atrás, siguen sin ser resueltas. La suya llevaba camino ayer de resolverse.