El Ayuntamiento pone en marcha una nueva campaña de sensibilización, en este caso para mejorar la separación en casa de la fracción orgánica. Durante 2018, las cifras de recogida selectiva mejoraron en la ciudad, pero la orgánica (restos de alimentos) aumentó un 10%. Esta fracción supone el 45 por ciento del total de residuos municipales, de manera que el aumento de la separación en casa es clave para alcanzar el objetivo del 60 por ciento de reciclaje fijado por Europa para 2020 y bajar la factura de los residuos.
La campaña arranca por el barrio de Ca N’Anglada y posteriormente recorrerá el resto de la ciudad. El Ayuntamiento pondrá a prueba su estrategia para reducir los residuos incorporando un cambio de hábitos en el consumo y mejorando la selección en casa. En Ca N’Anglada hay 90 contenedores de fracción orgánica, 26 del nuevo modelo de carga lateral y 54 de carga posterior.
Para difundir la campaña, que lleva por lema: "És molt fàcil! Si es menja…a l’orgànica!", se distribuirán 12 mil dípticos, 200 carteles y un "roll-up" que se instalará de manera itinerante en puntos estratégicos. Además, un grupo de informadores ambientales recorrerán los barrios puerta a puerta para informar a los residentes de la importancia de reciclar en origen.
La campaña de sensibilización se estrenó este domingo en la Festa del Medi Ambient, en el Torrent de les Bruixes. Hubieron juegos y talleres infantiles, así como actividades didácticas para explicar también el proceso de suministro del agua en la ciudad, donde desde diciembre el servicio lo gestiona la empresa pública Taigua.
Más selectiva.
El año pasado las cifras de la recogida selectiva arrojaron buenos resultados en la ciudad, aunque también aumentó el número de residuos. Las cifras de la selectiva se situaron en el 37,3 por ciento, casi cuatro puntos por encima del año anterior. La tendencia es positiva después de años de estancamiento . El Ayuntamiento atribuye el aumento de la separación de residuos en casa a las campañas de información y sensibilización, la labor de los inspectores y los informadores ambientales y en especial la implantación de la carga lateral.
Durante el año pasado el equipo de inspectores en la calle se reforzó con cuatro operativos y un coordinador en turno de tarde, cubriendo así toda la jornada. Los supervisores comprueban la gestión correcta de los residuos por parte de la ciudadanía y detectan conductas incívicas, denunciando aquellas actitudes sujetas a infracción. Los equipos han intensificado su acción en los vertidos incontrolados, sobre todo de muebles, electrodomésticos y trastos, así como en la presencia de basura fuera del contenedor. El Ayuntamiento recuerda que separar los residuos en casa y depositarlos correctamente en los contenedores es una obligación recogida en la normativa municipal.
Aumento de la fracción resto
El año pasado la fracción resto, la que no se separa (contenedor verde) aumentó un 0,97 por ciento, pasando de los 50,7 millones de toneladas en 2017 a los 51,2 en 2018. Esta fracción supone el 64 por ciento de los residuos domésticos, según los últimos datos del Observatori de Residus del Vallès Occidental. En Terrassa se implantó la recogida selectiva en 2002, fecha en que se distribuyeron por la ciudad 816 contenedores. En aquel momento, la materia orgánica suponía la mitad de la basura generada en la ciudad.
El pacte per la Neteja i la Recollida Selectiva de Residus, firmado por los partidos y las entidades, marcaba como objetivos reforzar el servicio e intensificar las medidas contra el incivismo. Durante el pasado mandato se invirtieron 1o millones en reforzar plantilla, flota y carga lateral.
