El aparatoso nido de avispas asiáticas instalado en Guadiana, en Can Palet II, ya es pasado. Pasará a integrar el acervo de historias vecinales después de que unos operarios especializados lo sacasen el miércoles por la noche del lugar en el que estaba: la copa de un árbol en los jardines de Salvador Allende.
No fue tarea fácil. La presencia de coches estacionados en aquel tramo, en la calle del Guadalquivir, imposibilitaba la instalación adecuada de la grúa para el acceso a la parte alta del árbol. Tuvo que venir otra grúa, esta de Egarvia, para mover los vehículos de sitio.
El inicio de la operación estaba previsto para las ocho de la tarde, pero se postergó hasta las 9.30. Luego duró unos veinte minutos. Dos operarios protegidos con trajes especiales ascendieron hasta el lugar donde se situaba el nido, cortaron el nexo que lo unía a una rama e introdujeron el panal en una bolsa de plástico. Lo bajaron así. Ya en el suelo, inyectaron insecticida a la bolsa para matar las avispas. Y se la llevaron.
La colonia entrañaba peligro potencial, sobre todo por las dimensiones del nido y su colocación. Era mayor que una pelota de baloncesto y parecía colgar de una rama en estado de cierta precariedad. Estaba lejos del suelo, a unos diez metros, y para algunos vecinos había pasado inadvertido, pero su caída hubiera constituido un riesgo para la salud pública.
Los primeros vecinos en apercibirse de los nuevos moradores de los jardines vieron el nido el martes 20 de noviembre. No se sabe desde cuándo estaban las avispas allí, en esa nueva casa redonda y amarronada que se habían fabricado. El otoño había desnudado de follaje el árbol, muy cerca de la acera y de una parada de autobús, y había dejado a la vista una suerte de panal esférico.
Viviendas cerca
Un residente en la zona, Pere Cuixart, se presentó en una oficina municipal del distrito para informar del hallazgo y le dijeron que contactase con el 010. Lo hizo. El Ayuntamiento ya tenía constancia de la presencia del nido.
Trabajadores municipales inspeccionaron la colonia de insectos. El Consistorio resolvió sacar de allí el panal cuanto antes: podía desprenderse debido a sus dimensiones. Había viviendas cerca. La operación de retirada no la podía ejecutar ningún departamento municipal, sino una empresa especializada con la que se puso en contacto el Ayuntamiento.
La avispa asiática, la vespa velutina, de mayor tamaño que la convencional, se detectó por primera vez en el Norte de la península ibérica en el 2010. Se ha extendido y ha empezado a ser un problema en Galicia, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Catalunya. El séptimo nido encontrado en Catalunya fue localizado en Vacarisses en el 2014.