El proyecto Caminos Escolares impulsado desde un grupo de Asociaciones de madres y padres (Ampas) de escuelas de infantil y primaria y que tiene todo el apoyo del Ayuntamiento sigue a buen ritmo y espera el próximo curso ampliar su radio de acción incorporando más asociaciones de las diez actuales que corresponden a los centros Bisbat d’Ègara, El Vapor, França, Lanaspa-Giralt, Serra de l’Obac, Sala i Badrinas, Salesians, Roc Alabern, El Cim; y la Escola Bressol Municipal Vallparadís. La plataforma de Ampas Camí Escolar de Terrassa acaba de dar visibilidad a los estudios realizados por tres escuelas de este grupo que son Bisbat d’Ègara, Roc Alabern y Serra de l’Obac. Las tres han llevado a cabo un trabajo muy participativo en el que han hecho una diagnosis del entorno, así como propuestas de actuación prioritarias y un presupuesto aproximado. La elección de estos centros se ha realizado en base a los criterios de predisposición del centro educativo a colaborar en el proyecto que, por otra parte, se ha abordado desde una perspectiva interdisciplinar; teniendo en cuenta las áreas de medio ambiente, movilidad, salud, educación, políticas de género y cartografía.
En la recogida de datos cabe destacar la detallada encuesta sobre hábitos de movilidad que ha efectuado cada centro con diversas variables. En el sondeo se constata que en la mayoría de estos centros, el alumnado utiliza un transporte sostenible (a pie, patinete y bicicleta) y que la mayoría va a pie aunque no en el mismo porcentaje. Así, en el Bisbat d’Ègara hay un 66,3 por ciento de los 692 alumnos que se desplazan andando mientras que en el Roc Alabern, este valor alcanza el 69 por ciento de 467 alumnos y, por el contrario, en Serra de l’Obac cae al 51 por ciento sobre un total de 488 alumnos.
Madres y padres de estas escuelas se muestran favorables a potenciar el transporte activo y entre los sistemas apuestan por ir a pie o en bicicleta y en transporte público.
Las Ampas que promueven un camino a la escuela más saludable consideran que la autonomía es uno de los objetivos fundamentales del proyecto. Se considera que, en general, a partir de los 9 años, los niños ya tienen desarrollada la capacidad suficiente como para desplazarse solos a la escuela. Sin embargo se confirma que el número de niños que van solos al centro aún está lejos de lo que sería deseable para los promotores.
En este sentido, las diversas encuestas informan de que la mayoría de los alumnos de 9 años suelen ir acompañados. En el Bisbat, se cuantificó que un 12, 9 por ciento de los alumnos de 6º de primaria (9 años) es autónomo y que este porcentaje se eleva a un 41,4 por ciento en el ciclo superior de primaria (7º y 8º curso) cuando el niño tiene entre 10 y 11 años. En el Roc Alabern, hay un 17 por ciento de alumnos de 6º de primaria que es autónomo y se llega al 36 por ciento en el caso del ciclo superior de primaria. Por último en Serra de l’Obac, estos índices son mucho más bajos en tanto que sólo hay un 6,7 por ciento del alumnado de 6º de primaria que se declara autònomo y un 18,2 lo es cuando está en el ciclo superior de primaria. Al respecto, Haritz Ferrando, miembro de la comisión de Ampas del Camí Escolar, considera que estas cifras deberían invertirse. "Estas primeras encuestas confirman que los niños van solos a partir de 6º de primaria pero deberíamos fomentar que lo hicieran antes, en 3º y 4º de primaria, cuando tienen 7 y 8 años.
Más permisividad a los niños
El trabajo realizado por las tres escuelas también da pistas sobre el grado de autonomía por género en el momento de realizar el desplazamiento escolar. Y hay diferencias. En líneas generales, las familias son más tolerantes con los niños que con las niñas. Así, en el Bisbat d’Ègara se habla de un grado de autonomía de los niños de un 24,6 por ciento mientras que para las niñas se reduce a un 16 por ciento. En Roc Alabern, los padres también son más permisisivos en el caso de sus hijos hombres que de sus hijas mujeres y lo mismo sucede en Serra de l’Obac. Entre los motivos que alegan los progenitores para proteger más el sexo femenino es porque hay una percepción generalizada de que "las niñas son más vulnerables a la inseguridad ciudadana que los niños". Este argumento es compartido por las Ampas de los tres centros. Además de estudiar los hábitos de movilidad, cada Ampa ha hecho un chequeo sobre la situación de las calles de acceso a la escuela (medidas de pacificación del tráfico y seguridad) y se han presentado 73 propuestas de mejora en diversos ámbitos, desde el viario hasta el normativo. Las que guardan relación con el ámbito general de ciudad tienen un coste de 63.200 euros.