La lucha contra los robos con fuerza en domicilios son una prioridad policial por la alarma social que generan. Tanto los Mossos d’Esquadra como la Policía Municipal despliegan de continuo operativos de prevención, con agentes uniformados y de paisano, para rebajar la cifra de estos hechos delictivos. En ocasiones los dispositivos han incluido helicópteros. Los robos en viviendas experimentan repuntes cada cierto tiempo, aunque descienden cuando la policía desmantela algún grupo activo.
El año pasado fueron denunciados en Terrassa 552 robos de este tipo, lo que se traduce en una media de 1,5 asaltos al día. Ese guarismo general supuso un descenso ligero en comparación con el año 2016.
Los allanamientos con el expeditivo método de la palanca existen, pero han sido sustituidos poco a poco por modos más sofisticados. Algunos no dejan huella de forzamiento hasta que las víctimas franquean las puertas y entran en su hogar. Es el caso de los robos mediante el "bumping", en el que los ladrones introducen una suerte de llave maestra en las cerraduras y las golpean hasta abrir la puerta. Antes, los malhechores se habrán cerciorado de que no hay nadie en casa colocando marcadores (de plástico, de papel de aluminio) en las puertas. Vuelven y asaltan si el marcador sigue en su sitio, garantía de que el domicilio continúa vacío.