Judith Plaza, alumna de 1º de bachillerato del Institut Terrassa, ha sido premiada para participar en una expedición científica en los fiordos noruegos.
No me lo esperaba. Me hace tanta ilusión participar en este viaje al Ártico…”. Son las palabras de Judith Plaza, alumna de 1º de bachillerato del Institut Terrassa, con una clara vocación por la física, tras recibir la noticia de que la Associación Edu-Artic seleccionó su proyecto sobre el campo magnético terrestre y que ha sido premiada para participar en una expedición científica en la zona del Polo Ártico en Noruega, en la base polaca Hornsund en las Islas Svaldbar del 16 al 31 de agosto.
Judith, que viajará con su profesor de tecnología Jordi Escofet, será la única catalana del grupo de seis bachilleres elegidos en el certamen de la asociación para secundaria. Viajará en agosto junto con otros dos estudiantes del resto de España (uno de Madrid y otro de Andalucía), dos de Grecia y uno de Polonia.
La alumna del INS Terrassa se presentó al programa científico de la Associación Edu-Artic con la propuesta de hacer un estudio del ángulo de inclinación del campo magnético terrestre y buscar la posible relación que puede tener con la latitud terrestre. El proyecto fue seleccionado y pasó a una segunda fase en la que debía desarrollar su contenido mediante un ensayo, un póster o un vídeo.
En esta segunda fase se eligieron 50 propuestas de estudiantes de Bélgica, islas Faroe, Alemania, Grecia, Italia, Macedonia, Polonia, Portugal, Rumania, Rusia, España, Suecia y Reino Unido. Y de todas ellas se premiaron seis cuyos autores son los que harán la expedición a Noruega.
Para Judith, el trabajo ha sido tan intenso como emocionante. “He realizado un equipo informático y sobre el mismo he ido tomando medidas del campo magnético terrestre. Es un equipo complejo pero a nivel divulgativo está compuesto de un ordenador Rasp Berry Pi , de una radio, un GPS un acelerometro y una brújula. Todo este programa, sofisticado, permitía determinar la posición de un punto de la Tierra, en este caso Terrassa, y medir su campo magnético. Estos equipos que yo he unido existen por separado pero no juntos por lo que decidimos encajarlos para experimentar y dio buenos resultados”.
Una prueba
Tras ver el proyecto, el jurado del certamen le pidió una prueba más que era mantener una entrevista por videoconferencia, en inglés, sobre lo estudiado. “Recuerdo que fue el 25 de abril a las 11,30 de la mañana. Al principio estaba algo nerviosa pero después me relajé. Los miembros del jurado, cuatro investigadores, estaban repartidos por Polonia, París y Noruega y me hacían preguntas. Todo en inglés, por supuesto. Pero, al final, salió todo con buena nota”. Su profesor, Jordi Escofet, que escucha sus explicaciones, considera que la alumna se lo merece. “Yo he seguido la evolución del trabajo y pienso que es muy bueno y original”, manifestó.
Ahora Judith, así como los otros cinco compañeros premiados, tendrá la oportunidad de experimentar su prototipo en otra latitud, en concreto en la estación polar polaca en el fiordo de Hornsund, en la isla de Spitsbergen, Svalbard, de Noruega. “Me voy tan lejos que ni sabía que salía en el mapa, Es una oportunidad única, exclusiva, en la que aprenderé muchísimo”, dice con entusiasmo la alumna.
Durante la expedición, los participantes realizarán trabajos de laboratorio y asistirán a conferencias. También tienen previsto, si el clima lo permite, hacer trekking y escaladas en el exterior. También llevarán a cabo observaciones de fenómenos naturales con medidas del campo magnético, radiaciones UV, campos eléctricos de la tierra y estudios químicos de las aguas superficiales y de precipitación.