Terrassa

El vendaval supera los 75 km/h y derriba piezas metálicas

La nevada apenas causó incidentes el miércoles, pero el viento que la sucedió sí llevó de cabeza a los servicios de emergencias durante la madrugada y la mañana de ayer. Volaron tejadillos y chimeneas, cayeron árboles, placas, baldosas y piezas metálicas. El viento alcanzó una velocidad máxima de 75,6 kilómetros por hora a las dos de la madrugada, según datos de Mina.

Visto el tamaño de algunos elementos caídos, parece providencial que no se registrasen víctimas. No constaban lesionados, al menos al cierre de esta edición. Sí una sucesión de daños tanto en mobiliario urbano como en edificios privados. Los servicios de emergencias tardaron poco en recibir una llamada tras otra para intervenir, cuando no lo hacían por iniciativa propia.

Varios contenedores se desplazaron: por ejemplo, en la calle de Sant Cosme, el paseo de Les Lletres, la avenida de Barcelona, el paseo del Vint-i-dos de Juliol y la calle de Àlaba. Los movimientos de esas unidades no causaron accidentes de tráfico. Agentes municipales los recolocaron en su lugar y activaron los bloqueos de las ruedas.

El viento estropeó los semáforos del cruce de la calle de la Agricultura con la de Colom. A las cinco de la mañana la Policía Municipal supo que había vidrios en la carretera de Matadepera porque se había roto una marquesina. Poco después el vendaval derribó un árbol en los accesos al Hospital de Terrassa y los bomberos intervinieron para sacarlo de allí y despejar la vía. El cableado eléctrico quedó afectado por el desplome.

La Policía Municipal se coordinó con los bomberos, con Gestión del Espacio Público (GEP) y con SECE y Eco-equip para actuar de inmediato en las contingencias más urgentes. A las 6.25 de la mañana se desprendió parte de una fachada en la calle de Sant Antoni y en la de García Humet cayó un trozo de placa de fibrocemento. Una hora después el GEP recibió el encargo de retirar un cartel publicitario que se tambaleaba en la calle de Colom. Los bomberos sacaron una placa de fibrocemento del tejado de una vivienda en la calle de Solsona.

Plan desactivado
Un árbol parecía en un tris de desplomarse en la avenida del Abat Marcet. A las nueve de la mañana los bomberos y la policía acudieron a Can Parellada porque una plancha parecía a punto de caer en el instituto Egara. Casi al mismo tiempo había desprendimientos de losas en la calle de Sant Marc. Unas vallas se movían en la calle de Frederic Mistral. Había que desmontar una baranda de madera en la calle de Francesc Català-Roca e inspeccionar un tejado en la de Arquimedes; también un edificio de la calle de Miquel Vives porque caían baldosas sobre toldos. Alguien informó a Bombers de que en la calle de Núria había volado una hoja de aluminio y se había alojado en un patio interior.

A las 2.30 de la tarde, Protecció Civil de la Generalitat desactivó el plan de emergencias Ventcat en fase de alerta que había activado el jueves por la noche.

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