Robar no robaron nada, al parecer, pero las repercusiones de la acometida fueron notorias en cuanto al estropicio generado. Un tipo ya ha sido identificado por los Mossos d’Esquadra por ese ataque: por destrozar el habitáculo de una gasolinera para sustraer la recaudación. Nada sustrajeron, al cabo, pero los daños fueron cuantiosos: de más de 4.000 euros.
El robo con fuerza lo perpetraron dos individuos el 6 de octubre en una estación de servicio radicada en la avenida del Vallès, en el sector Montserrat. Eran las cinco de la madrugada cuando los asaltantes llegaron al lugar dispuestos a robar el dinero recaudado en la instalación. Llevaban una herramienta, una "pata de cabra", para violentar una cabina con el objetivo de hacerse con la pasta.
A tenor de la información recopilada por los mossos, uno de los delincuentes fue el ejecutor del robo intentado, mientras su compinche permanecía a unos metros en actitud vigilante.
Multirreincidente
Precisamente el autor directo de los daños es el sujeto al que los investigadores de la policía han puesto nombre y apellidos, a la espera de localizarlo para detenerlo. Se trata de un joven de 21 años, nacido en Terrassa pero vecino de Rubí, de nacionalidad española. A pesar de su juventud, el identificado es un chico con una vasta experiencia en el terreno del delito; le constan veintiún antecedentes policiales por la comisión presunta de delitos contra el patrimonio.
Por mucha porfía que empleasen aquel día de octubre, los ladrones no lograron el propósito del latrocinio: no pudieron abrir el cajón que guardaba la recaudación, ni consiguieron acceder a una caja fuerte, que también lo intentaron. Tanto forzamiento para tan magro resultado. Al final, el asalto resultó infructuoso en cuanto a botín, pero los desperfectos fueron de aúpa. Al parecer, la valoración de los daños superó los 4.000 euros.
