Terrassa

La UNED abandona Terrassa tras reducirse la ayuda pública

La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) se marcha. Desde 2012 sólo contaba con tutorías presenciales para tres titulaciones, pero en cuanto acabe este curso abandonará toda actividad en Terrassa para trasladarla a Barcelona. Las discrepancias con el Ayuntamiento por la subvención recibida este año han sido un factor detonante de la decisión. Este curso la aportación se ha reducido de 166.429 euros a 60 mil euros.

La UNED explicó ayer que el cierre del centro “responde al incumplimiento de los acuerdos derivados del convenio” que vincula a ambas instituciones. La entidad explica que los consistorios con presencia en el consorcio de la universidad “pueden modificar las condiciones” de su participación, pero deben hacerlo “con antelación suficiente”. Lo que no se contempla, afirma la UNED, “es que un patrón pueda reducir un 64,4% su aportación de manera unilateral dos meses después de haber aprobado conjuntamente el plan académico anual”.

La universidad a distancia quiso dejar claro ayer que no abandona la ciudad por su voluntad. “Nuestro proyecto nació en Terrassa en 1990 -recuerda-, esta ha sido la sede central de la provincia de Barcelona hasta 2012, y ese traslado tampoco fue iniciativa de la UNED”.

Ahora, el cierre del centro da al traste con un proyecto de nueva implantación. “Estábamos trabajando en la propuesta de creación de un centro de psicología aplicada en Terrassa, de ahí la presencia del decano de psicología en la conferencia inaugural de este curso”.

Retorno a la ciudad
El equipo de gobierno ha lamentado la decisión de la universidad de dejar de impartir los tres grados que mantenía en el Vapor Universitari. El concejal de Universidad, Amadeu Aguado, afirma que “se ha trabajado hasta el último momento para mantener la oferta académica de la UNED en Terrassa, ofreciendo vías de colaboración y apoyo siempre que significasen un mayor retorno a la ciudad, así como una racionalización de las aportaciones”.

El edil subraya que “como segunda ciudad universitaria de Catalunya”, el Ayuntamiento mantiene su “compromiso en reforzar y potenciar las relaciones con la comunidad universitaria”, pero apunta que esta colaboración debe estar basada en la “eficiencia y transparencia con la ciudadanía”. Es en este punto cuando cobra importancia el factor económico.

El bipartito explica que tras un análisis de las subvenciones municipales a las distintas universidades del Campus de Terrassa, se ha detectado que “las aportaciones a la UNED no estaban equilibradas en relación a la actividad docente que este centro realiza en la ciudad”. En el periodo 2005-2012, la subvención media del Ayuntamiento fue de 234.455 euros anuales. Entonces, señala el Consistorio, la UNED ofrecía más de una veintena de titulaciones y la media de alumnos superaba los 3.500 al año. La aportación descendió notablemente entre 2013 y 2016. Fue de 166.429 euros, a pesar, subraya el equipo de gobierno, de que en ese periodo la universidad ya había reducido su oferta a tres grados y la de alumnos a 846, 145 de los cuales eran de Terrassa.

Aún así, en 2016, insiste el gobierno local, las aportaciones del Ayuntamiento al centro asociado de Terrassa fueron “muy elevadas” en comparación con el número de grados impartido (Terrassa: 166.429 euros con tres grados; Santa Coloma: 115 mil euros con siete grados; Cornellà: 44.692 con dos grados; Sant Boi; 170.100 con ocho grados).

Ante las cifras resultantes en el mencionado informe, el bipartito explica que se trasladó a los responsables de la UNED la necesidad de trabajar para “identificar y concretar un proyecto de valor para Terrassa que garantizase el retorno a la ciudad de la aportación económica”. La propuesta debía estar lista antes de que finalizase 2016 para así poder planificar tanto el uso que la UNED haría de la salas del Vapor Universitari, como la subvención pública de cara a los presupuestos de este año.

Según el gobierno local, no hubo proyecto que justificase las aportaciones y entonces se decidió aplicar con la UNED los mismos parámetros que con el resto de universidades (se tiene en cuenta el número de alumnos, los grados impartidos o los metros cuadrados), de manera que la subvención de este año ha sido de 60 mil euros.

Punto de referencia
“¿Hay que entender que lo que hemos hecho en estos 26 años no es un proyecto de valor?”, preguntaba ayer la UNED. Ésta defiende haber convertido Terrassa en “un punto de referencia en la formación a distancia” y recuerda que este centro asociado ha sido el segundo en matrícula después del de Madrid. Nosotros siempre estamos dispuestos a hablar de todo”, concluye.

La Junta Rectora del Consorci de la UNED prevista para el 21 de junio decidirá la reubicación de las titulaciones hasta ahora en Terrassa. Todas ellas se imparten ya en Sant Boi de Llobregat y en Santa Coloma de Gramanet.

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