Cada dos años, diversas entidades excursionistas de la comarca, el Centre Excursionista de Terrassa y Excursionistes.cat entre ellas, organizan la "Ruta dels Tres Monestirs", con salida en el de Sant Cugat, paso por el de Sant Llorenç y final en el de Montserrat, popular itinerario que el domingo vivió su edición número quince. Pese a los conatos de lluvia del día anterior, la metereología fue propicia, y la ruta se desarrolló con toda normalidad.
Caminar 52 kilómetros
Las personas inscritas eran 798, de las que 733 tomaron la salida en el recinto del monasterio de Sant Cugat, entre las cinco y las 6.30 de la mañana, y fueron 660 las que tras caminar todos los 52 kilómetros de la ruta llegarían a la plaza del monasterio de Montserrat, entre la una y las 7.30 de la tarde. "Es el porcentaje de abandonos habitual de cada año", señala a este diario el coordinador de la ruta, Eduard Suárez. "Es un itinerario bastante largo, y hay gente que no está preparada y piensa que es un paseo." En los controles de Matadepera, la Torre de l’Àngel y Monistrol fue donde se produjo el mayor número de deserciones.
Algunos tramos del camino no estaban en las mejores condiciones, pero no hubo que lamentar otros percances que las normales patinadas. Suárez reconoce que, el día anterior, la organización tenía dudas sobre si se podría subir a la Mola. Por eso, en la madrugada del domingo, dos de sus miembros hicieron el tramo entre Matadepera y la cumbre de Sant Llorenç, para señalizarlo y comprobar su estado.
Este año, la organización no pudo cocinar, en Matadepera, la tradicional butifarra, debido a que "nos han exigido permiso de manipulación de alimentos, que ninguno de nosotros, todos voluntaríos, teníamos".