La pobreza tiene rostro de mujer. Así lo constatan numerosos informes y, a escala local, los datos hechos públicos por Creu Roja. Seis de cada diez personas atendidas en Terrassa por esta reconocida asociación son mujeres; concretamente el 59,2% de los usuarios de los distintos programas, especialmente de aquellos de carácter social y de promoción del empleo.
Durante el año pasado, Creu Roja atendió a 5.656 mujeres en programas de intervención social para distintos colectivos, como familias y niños en situación de pobreza y exclusión y personas mayores, así como en programas de empleo que buscan impulsar las oportunidades de encontrar un trabajo. La cifra representa el 59,23% de todas las personas atendidas en los programas más relevantes de Creu Roja a lo largo de 2016, que fueron un total de 9.550.
Concretamente, el programa para luchar contra la pobreza dio cobertura a 4.601 mujeres frente a 3.403 hombres. En el de atención a gente mayor más del 70% fueron mujeres: 805 frente a 307 hombres. Y en el servicio para fomentar itinerarios de inserción en el mercado laboral hubo 250 mujeres y 184 hombres. En conjunto, pues, 5.656 mujeres, además de otras 154 usuarias en proyectos específicos para mujeres en situación de dificultad, frente a 3.894 hombres atendidos durante el ejercicio pasado.
Los programas de lucha contra la pobreza que tiene en marcha la entidad dan cobertura a diversas necesidades básicas de las personas en situación de vulnerabilidad. Se les proporcionan alimentos, productos de higiene, material escolar o se le dan ayudas para pagar el suministro o el alquiler, entre otras cosas. La Creu Roja explica que el hecho de que la mayoría de usuarias de estos programas sean mujeres “está en consonancia con la feminización de la pobreza”.
Más paro femenino
La desigualdad de género también se manifiesta en los programas de empleo de Creu Roja. Estos servicios constan de dos grandes líneas de actuación. Los puntos de información laboral ofrecen orientación y asesoramiento a personas en paro y en situación de vulnerabilidad. Por otro lado, están los itinerarios de inserción, que implican el seguimiento de un programa formativo. En su conjunto, la ONG atendió a 250 mujeres durante 2016 (el 57,61% del total). La tasa de inserción laboral femenina es del 34%, inferior a la masculina, “por sus mayores dificultades de acceso al empleo”, apuntan.
En el caso de los programas de destinados a personas mayores, la proporción de mujeres atendidas supera el 70%. Se dio cobertura a un total de 805 mujeres, frente a 307 hombres. Hay que tener presente que las mujeres tienen mayor esperanza de vida y que, además, la desigualdad de género que se manifiesta a lo largo de las distintas fases de la vida acaba repercutiendo en la última etapa vital de las mujeres. Por ejemplo, la brecha salarial padecida en la edad activa impacta en las pensiones, que son más bajas.
Además de estas iniciativas de calado social para la población en situación de pobreza, Creu Roja tiene programas específicos para mujeres en especial situación de dificultad, como por ejemplo las que padecen violencia machista.
En paralelo, este año, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, Creu Roja Joventut ha lanzado la campaña “I tu… quina fórmula utilitzes?”, para invitar a reflexionar sobre los cambios sociales que son necesarios para conseguir la verdadera igualdad de género.