Terrassa

Samuel Sánchez, Premio de Investigación al Talento Joven

Nuevo reconocimiento para el doctor en Química Samuel Sánchez, de Terrassa, profesor de investigación ICREA en el Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC), desde donde lidera el grupo de nanotecnología a través del cual diseñan dispositivos para resolver un problema concreto, ya sea en el campo de la medicina o en el medioambiental.

El científico logró el Premi Fundació Princesa de Girona en 2015 y ahora suma el Premio Nacional al Talento Joven de la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació (FCRI). Elinvestigador recogerá el galardón el próximo 21 de marzo en Barcelona durante el acto que celebrará la FCRI para tal fin.

Nacido en Terrassa en 1980, Samuel Sánchez se licenció y se doctoró en química en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y ha trabajado como investigador en institutos de Asia y Europa. Primero estuvo en Japón y después en Holanda para afincarse más tarde en Alemania, en el prestigioso Instituto Max Plank de Sttugart.

Su área de especialización es la nanorobótica, es decir la creación de pequeños dispositivos inteligentes a modo de tubos que puedan infiltrase y navegar por cuerpos animados o inanimados con el fin de realizar una función concreta. En la actualidad, Sánchez y su grupo se centran en el diseño de micro y nanorobots para aplicaciones médicas y medioambientales, y desarrolla estudios de prueba de concepto para demostrar su viabilidad. Los pequeños dispositivos se impulsan mediante reacciones catalíticas en fluidos y sus aplicaciones van desde la administración controlada de fármacos, la recogida y la entrega de agentes en dispositivos "lab on chip" y aplicaciones en el medio ambiente.

Aplicaciones
Estas aplicaciones se basan en la funcionalidad básica de los motores autopropulsados que contempla varios aspectos: movimiento direccional, detección del entorno y capacidad para responder a señales externas. En el campo médico, el grupo de nanodispositivos inteligentes del ICB ha sintetizado nano y micromotores "Janus" mitad recubiertos de platino o enzimas (van desde de los 40nm hasta los 5um de diámetro). Tienen la capacidad de cargar medicamentos y desplazarse de manera activa. Lo hacen bajo un guiado correcto y prometen ser una nueva generación de sistemas de administración controlada de fármacos. Actualmente se pueden propulsar con glucosa o urea y se han demostrado que no son tóxicos. Para la medicina también han desarrollado motores biohíbridos que se centran en la interacción de una célula móvil (bacterias o espermatozoides) con materiales artificiales para crear un sistema móvil que es accionado por la fuerza de propulsión celular.

Los biohíbridos no son alimentados por combustibles químicos tóxicos sino por fluidos biológicos, lo que son ideales para aplicaciones biomédicas. Son sensibles a su entorno (pH, temperatura y gradientes químicos) y son capaces de realizar tareas complejas que los motores sintéticos no serian capaces de realizar. En medioambiente, el grupo ha creado unos dispositivos en forma de microtubos – "roll-up"- con diversas aplicaciones. Algunos de estos utilizan peróxido de hidrogeno como combustible, y generan y transportan activamente de forma libre aumentando la degradación de tintes orgánicos a través de reacciones similares a Fenton, utilizada en plantas depuradoras. También han diseñado unos tubos similares para la depuración de metales.

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