Las máquinas de Leonardo da Vinci ya impresionan en el Museu de la Ciència

En el siglo XV hubo en Florencia un hombre que diseñó artilugios bélicos, los primeros ingenios de vuelo, y máquinas absolutamente avanzadas a su época, además de pintar, escribir poesía y folosofía, y hacer incursiones en la anatomía, la arquitectura, la música, el urbanismo, y en todas esas disciplinas que tocó hizo aportaciones valiosas y avanzadas. Fue Leonardo da Vinci (1452-1519), "una figura realmente excepcional, un personaje innovador, absolutamente moderno", le calificó Jaume Perarnau, director del Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC), el martes,en el acto inaugural de la exposición "Leonardo da Vinci: El geni i els invents".

Esta muestra de producción italiana, itinerante (Terrassa es su primera parada en el Estado español), presenta cuarenta máquinas e ingenios construidos según los manuscritos, esquemas, dibujos e indicaciones que Leonardo da Vici dejó escritos en sus códices, entre 1482 y 1510; con los materiales propios de la época (básicamente madera) y de la manera más fiel posible. !Y vaya artilugios! Por sus dimensiones, sus conceptos, parecen prototipos de modelos actuales.

"Pensaban que era un loco"
"Todo el mundo pensaba que Leonardo era un loco, porque en su época no podían concebir que el hombre pudiera volar", dijo el comisario de la exposición, Augusto Biaggi. Y ahí está, construda, la "prueba del ala", "para probar si la fuerza de una persona era suficiente para levantar un peso de doscientas libras accionando una ala mecánica". O la espectacular draga lacustre, ideada para eliminar los depósitos de barro que se acumulaban en ríos y lagos y dificultaban la navegación. Consistía en "dos barcas paralelas entre las cuales se montaba una rueda con cuatro brazos. La rueda se accionaba mediante la fuerza del agua, y las embarcaciones se fijaban con cuerdas a la riba para que quedara en el punto donde había que limpiar".

De su trabajo como ingeniero militar puede verse un carro de combate (que ya existía, pero que Leonardo modificó y superó), una metralladora transportable, o un cañón. Otros ingenios, algunos ciertamente extraños, tenían objetivos diversos: el odómetro, calcular una distancia de territorio mediante la caída de unas esfueras; los flotadores, caminar sobre el agua; el anemómetro, medir la fuerza del viento; el cric es un elevador (un carro de plataforma que se sube con manivela); el higómetro, medir las condiciones atmosféricas; la cámara de los espejos, posiblemente nunca realizada, sirve de ejemplo de las investigaciones de Leonardo en los campos de la óptica, las ilusiones ópticas y la reflexión múltiple.

Hologramas y códices
La exposición incorpora en Terrassa hologramas "que nadie ha visto fuera de Italia, y que intentar acercar más a los jóvenes Leonardo da Vinci". Augusto Biaggi señaló su orgullo por el hecho de que "nuestras máquinas de Leonardo da Vinci puedan mostrarse aquí: es el lugar ideal", y invitó, viendo la exposición, a reflexionar "sobre donde vamos y podemos ir a través del ingenio humano". El acto inaugural también incluyó una performance a cargo de un grupo alumnos de la Escola Municipal d'Art de Terrassa, que han elaborado asimismo un grafitti en el acceso a la exposición.

El mNACTEC ha añadido a la exposición sus ejemplares de las réplicas de los demominados "códices de Madrid" de Leonardo, que adquirió en 2009. Al morir éste, sus papeles y instrumentos pasaron a manos de su discípulo Francesco Melzi, y después comenzó su dispersión por ciudades. A través de Pompeo Lecni, escultor italiano de la corte de Felipe II, un conjunto de manuscritos llegó a la blblioteca de El Escorial, y de ahí pasó a la Biblioteca Real, donde permanecieron extraviados durante 150 años, hasta su hallazgo en la Biblioteca Nacional de Madrid en 1964.