La hinchazón de estómago es el síntoma más frecuente de haber comido y bebido demasiado en Navidad. Hasta un 34% de los catalanes padecen esta alteración durante el periodo de las fiestas, según indica una encuesta que ha llevado a cabo el Centro de Investigación sobre Fitoterapia y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca). Otros síntomas manifestados son los ardores, las náuseas y la indigestión.
Para evitar estos problemas, los expertos recomiendan comer y beber con moderación, planificar los menús, limitar los dulces, además de hacer ejercicio, en la medida en que estos días de tanto trajín gastronómico den de sí para ello.
Más de mil kilocalorías
Según la nutricionista de la Sedca, Andrea Calderón, cada comida navideña contiene cifras superiores a las 1.100 kilocalorías. En Catalunya, el menú típico del día de Navidad, a base de sopa de "galets", escudella, "carn d’olla" y "neules" acumula 1.066 kilocalorías, según un análisis de la Sedca. De ahí que no sea extraño si en estos días pasados hemos tenido alguna digestión un poco pesada, y que las consecuencias lleguen hasta fechas posteriores. También, en términos de haber ganado algunos kilos. ¿Cuántos, en concreto? La estadística de Sedca indica que durante la Navidad cada español suele engordar, nada más y nada menos, que entre dos y cinco kilos de media.
Entre las claves para evitarlo (por si sirve para el resto de las fiestas) está no cocinar platos muy grasos, como ciertas sopas o consomés, ni recetas muy condimentadas, picantes o ácidas. Además, en los postres hay que huir de las frutas ácidas, como las fresas, las mandarinas o las naranjas. De plato principal, mejor comer pescado.