Pocas semanas antes de morir al volante de su coche, a más de 130 kilómetros por hora, James Dean había rodado un anuncio sobre seguridad en la carretera. Nunca llegó a emitirse, evidentemente.
Dean se mató en un accidente en septiembre de 1955, a la edad de 24 años, cuando se disponía a participar en una carrera con su Porsche nuevo, que había comprado una semana antes. La primera persona a quien se lo mostró fue Alec Guinness, el cual, al oir que el vehículo podía alcanzar los 250 kilómetros por hora, vaticinó que se mataría antes de una semana. Desgraciadamente, acertó.
Cuando murió, James Dean sólo había estrenado una película como protagonista, "Al este del Edén". Acababa de concluir la por entonces todavía inédita "Rebelde sin causa" y estaban a punto de echarle de la superproducción "Gigante" por sus continuas peleas con el director. Tenía entre sus proyectos "Marcado por el odio", donde le sustituyó Paul Newman, y su debut como director con la adaptación de la novela "El principito".
Anteriormente había rodado otros títulos pero sólo aparecía como figurante con frase. Por "Rebelde sin causa" y "Gigante" sería "nominado" póstumamente al Oscar aunque no ganó en ninguna de las dos ocasiones. No importó, ya se había convertido en una leyenda del cine.
El actor encarnaba la rebeldía juvenil en sus películas pero en la vida real era "ese chico que se va a la cama con cualquier hombre que se lo pida". De hecho, el actor presumía de haber ejercido de gigoló antes de ser actor.
La mayor parte de sus biógrafos cree que era un gay muy promiscuo pero que lo de la prostitución se lo inventó para provocar. No obstante, algunos, como Paul Alexander en "El bulevar de los sueños rotos", explican con todo lujo de detalles (y dando nombres) que se acostaba con cualquiera que pudiera conseguirle un trabajo y que aceptaba ayuda económica de sus amantes. Alexander también cuenta que Jimmy perdió la virginidad con el cura (protestante) de su pueblo, el reverendo James De Weerd, el mismo que ofició su multitudinario funeral y la ceremonia religiosa conmemorativa del primer aniversario de su muerte.
Se sabe que, tras debutar con un anuncio de Pepsi Cola en 1950, por el que cobró 25 dólares, James Dean se fue a vivir con el ejecutivo de radio Rogers Brackett, quien le consiguió su primer papel en un especial radiofónico de Semana Santa en el que interpretó al apóstol San Juan. Brackett (y también De Weerd) seguiría mandándole dinero después de la ruptura, cuando James se marchó a Nueva York a estudiar teatro en el Actors Studio y danza con Eartha Kitt.
Cuando empezó a ser famoso, tras el estreno de "Al este del Edén", los estudios le buscaron "novias" para ocultar su homosexualidad entre las actrices extranjeras recién llegadas a Hollywood que necesitaban promoción, como Ursula Andress y Pier Angeli. Ésta última diría más tarde que Jimmy fue el gran amor de su vida pero que nunca hubo sexo entre ellos.
Iker Jiménez, en "Cine y música malditos", también le relaciona con Vampira -una presentadora de televisión y acriz ocasional diez años mayor que él- y se hace eco del alucinante rumor de que su muerte se debió a una maldición que ella le lanzó.