Terrassa

Sofía Loren: Cambió de nacionalidad por amor y para defraudar al fisco

El matrimonio entre la actriz Sofía Loren y el productor Carlo Ponti duró medio siglo y fue uno de los más sólidos del mundo del cine pero tuvo unos inicios complicados.

Cuando se conocieron, en 1950, Sofía era una adolescente y Ponti estaba casado con otra mujer con la que tenía dos hijos. De hecho, se vieron por primera vez el mismo día que nació el segundo hijo del productor.

Como entonces en Italia no existía el divorcio, para casarse con Sofía, Ponti decidió divorciarse en México en 1957 pero las autoridades de su país no reconocieron la disolución del primer matrimonio y le acusaron de bigamia.

Para resolver el entuerto, tras anular el segundo matrimonio en 1962, la actriz, el productor y la primera mujer de éste, Giuliana, acabaron solicitando la nacionalidad francesa, que les fue concedida sin problemas -ventajas de ser ricos y famosos- y así Carlo pudo divorciarse de nuevo de Giuliana y luego casarse con Sofía en Sèvres en 1966. Ponti, por cierto, era dos años más viejo que su suegra.

Después del "culebrón" de la boda, vino el de la maternidad. Las revistas del corazón informaban todas las semanas y con todo lujo de detalles de lo triste que estaba Sofía, primero porque no quedaba encinta y luego porque su embarazo no llegaba a buen término -sufrió dos abortos espontáneos- y hasta de la cesárea que le practicaron cuando por fin nació su primer hijo, Carlo, en 1969. Entonces tenía 35 años y ya era una estrella mundialmente famosa.

Sofía había comenzado su carrera siendo muy jovencita como modelo de fotonovelas y figurante en varias películas, entre ellas la superproducción "Quo vadis?". Cuando acudía a los primeros cástings, en más de una ocasión la rechazaron por tener (supuestamente) la nariz demasiado larga y la boca muy grande. Se cuenta que, durante el rodaje de uno de sus primeros títulos, estuvo a punto de morir ahogada por haber mentido diciendo que sabía nadar para obtener el papel.

En aquellos momentos nadie imaginaba que se convertiría en una actriz de fama mundial, que trabajaría con Marcello Mastroianni, Clark Gable, Paul Newman, Cary Grant, Frank Sinatra, Charlton Heston, Peter O’Toole, Omar Sharif, Marlon Brando, Gregory Peck y Anthony Perkins, que la dirigiría el mismísimo Chaplin (y Ettore Scola, Vittorio de Sica, Stanley Donen, George Cukor, Sidney Lumet y Robert Altman) y sobre todo que pasaría a la historia del cine por haber sido la primera actriz en ganar el Oscar -por "Dos mujeres"- con una interpretación en un idioma distinto del inglés.

Todo iba viento en popa hasta 1982. Ser legalmente francesa y pasar mucho tiempo en Hollywood no la eximió de sus deudas con el fisco italiano. Aquel año fue condenada a un mes de cárcel por evasión de impuestos aunque parece ser que sólo pasó dieciocho días entre rejas.

Actualmente vive en Suiza, semirretirada. No la vemos en el cine desde "Nine" pero hace un par de años todavía rodó un cortometraje y sigue haciendo anuncios publicitarios.

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