La "historia de Terrassa", entiéndase la expresión como síntesis de todo lo acontecido desde los primeros hechos conocidos hasta la actualidad, esto es, una historia "general" de la ciudad, ¿quién la escribió por primera vez? Hasta hace muy poco, la respuesta estaba clara y dada por sentada: Josep Ventalló i Vintró (1856-1919), que en 1879 publicó "Tarrasa antigua y moderna"; un libro que siete años más tarde, en 1886, tuvo una segunda versión, con un título aún más definitorio: "Historia de Tarrasa". Se conservan algunos trabajos anteriores, sobre temas y episodios -el más relevante, "Grandeses i antiguitats d’Egara-Terrassa", de Joan Arnella (1570-1639), sobre la Seu d’Ègara-, pero a Josep Ventalló i Vintró se la tenido, desde que con tna solo 23 años publicó su obra, como el primer historiador de Terrassa (con su coétano Josep Soler i Palet), y el primer autor de una historia completa de Terrassa.
En un estudio publicado en la revista Terme, Jan Brugueras i Torrella descubre y demuestra que Ventalló i Vintró no fue el pionero absoluto que creíamos. Antes que él, hubo otro historiador, y otra síntesis de la historia de la ciudad: Josep Ignasi Rodó i Martínez (Terrassa, 1800-1857?, alcalde de 1843 a 1844), quién, en algún momento entre 1849 y 1857, escribió (pero no llegó nunca a publicar) "Memorias de la antigua ciudad de Egara". No solo eso, sino que Ventalló lo había léido y recogió aportaciones de su antecesor: "Tarrasa antigua y moderna" tiene algún que otro párrafo pero que muy parecido a alguno de "Memorias de la antigua ciudad de Egara". Y he aquí que Jan Brugueras acaba de destapar una fascinante "historia" local en torno a un manuscrito, con suficientes elementos para ser materia prima para una novela de Umberto Eco o cualquier fabricante de best-sellers de intriga bibliófila. Tenemos un manuscrito único, que durante muchos años ha dormido olvidado en un archivo; al que le han desaparecido páginas; nunca ni siquiera mecanografiado pero que ha sido leído (¿cómo?) y tenido en cuenta (¿plagiado?) por historiadores de prestigio, y que resulta ser la piedra fundacional de la historiografía de Terrassa. Ríanse ustedes de esas cámaras ocultas en la tumba de Tutankamón.
El manuscrito de "Memorias de la antigua ciudad de Egara", de Josep Ignasi Rodó, se encuentra en el Arxiu Històric de Terrassa, pero ningún historiador actual parecía conocerlo. ¿Cómo supo de él?
Yo no lo conocía. Como el año anterior, también para la revista Terme, hice un artículo de aproximación a la obra historiogràfica de Josep Ventalló i Vintró, y la tenía muy fresca, el archivero Pere Puig me recomendó que me lo mirara. Comencé a leer el manuscrito (nadie lo ha pasado nunca a máquina, pero es bastante leíble) y a descubrir coincidencias con "Tarrasa antigua y moderna". Los puse de lado, y me di cuenta de que hay párrafos que son prácticamente iguales.
Es decir, que Rodó fue una fuente historiográfica para Ventalló. ¿O incluso algo más, puede decirse?
Tampoco es una copia. No se puede acusar a Ventalló de plagio en un momento en que no existía ningún tipo de normas de cita. Y "Tarrasa antigua y moderna"es una obra mucho más elaborada, más avanzada y mejor estructurada, que trata muchos más episodios. Rodó es muy desigual. Por una parte, Rodó parece una persona muy erudita en historia eclesiàstica, que tiene mucho acceso a fuentes de la Iglesia, libros de historia del siglo XVIII, etc., pero en cambio no utiliza las obras de historia general más recientes en aquel momento.
¿Cuándo escribió Rodó "Memorias de la antigua ciudad de Egara"?
El manuscrito no tiene fecha. Yo lo dato entre 1849 y 1856, entre otros motivos porque el último hecho que trata es de ese primer año; porque la fecha de su fallecimiento, no puedo asegurarlo, pero por una anotación de Baltasar Ragón, podría ser 1857, y también por un detalle sobre la parroquia de Viladecavalls (dejó un espacio vacío para poner el nombre del mosén, y hay una serie de años en que no hubo rector en Viladecavalls).
El manuscrito no está completo.
No. Se conservan solo seis cuadernos. Los cinco primeros, que van de la página 1 a la 236, llegaron al Ayuntamiento en 1910, por donación de Antoni Josep Torrella i Maurí. El sexto y último, que va de la página 420 a la 468, fue encontrado entre la colección de documentos históricos reunidos por Josep Ventalló i Vintró, lo que demuestra que tuvo, al menos, un fragmento. Está perdida la parte que iba de la página 237 a la 419. Tenemos la ventaja de que el manuscrito está paginado, y se saben las que se han perdido. Los cinco primeros cuadernos se quedan en el año 1653 y el sexto, que comienza con doce páginas recortadas y perdidas, de las que únicamente se han conservado los márgenes, presenta primero un informe geográfico, industrial, administrativo, religioso e histórico de Terrassa y las poblaciones de su partido judicial, para seguidamente reemprender la narración cronológica en 1828, con la represión posterior a la revuelta de los Malcontents de un año antes. Los últimos hechos de los que habla son de 1849.
Esas 184 páginas perdidas, no sabemos cuándo, ¿podrían aparecer en algun lugar?
Nunca se sabe. En el Arxiu Històric de Terrassa no tienen constancia de ellas. Hay que decir que el Butlletí del Club Pirinenc de Terrassa, en el año 1926, publicó un fragmento de las "Memorias", con el título "Terrassa en el segle XVIII". En él, a través de documentación del archivo parroquial del Sant Esperit, Rodó trataba la entrada de las tropas borbónicas en Terrassa en 1713.
Curiosamente, tratándose de una obra inédita y escrita a mano, Josep Ventalló i Vintró no fue el único historiador que la leyó.
Casi por casualidad encontré que también Victor Balaguer, uno de los principales historiadores catalanes del siglo XIX, autor de la primera historia de Catalunya desde el siglo XVIII, había tenido acceso a él. Lo cita en 1866 y dice que le llega a través de Miquel Vinyals, diputado provincial del distrito de Terrassa, que es su propietario. (Vinyals había estado en el Ayuntamiento con Rodó, y con ello vi que Rodó había sido alcalde de Terrassa.) Esto es, que la obra "Memorias de la ciudad de Egara" se sabía que existía, pero como no se publicó, se creía que había pasado desapercibida y no había tenido ningún impacto, no había sido nunca leída, y no es así.
¿Podría decirse que Rodó hace historia romántica?
El término romántico se ha utilizado para tantos cosas que ya no significa nada, desacredita más que cualquier otra cosa. Para decirlo de otra manera, es una historiografía que no es crítica, es decir, no basa todo su relato en fuentes. Si encuentra que un autor dice tal cosa, no intenta contrastarla con fuentes documentales.
Rodó se cree todo lo que lee, vaya.
No es crítico con las fuentes que llegan, esto es clarísimo. Solo en temas como les Esglésies de Sant Pere, sobre las que le llegan versiones diferentes, desde distintos lados, escoge la que cree correcta. No es una obra de gran calidad historiográfica. La de Ventalló, al que también se le ha dicho romántico y de todo, es de más calidad. Pero Rodó tiene el mérito de ser el primero, que se sepa, que hace todo esta síntesis, y la importancia de que su manuscrito no se quedó encerrado en un cajón, sino que pasó por diferentes manos, tuvo un impacto historiográfico importante.
Pero hubo otros historiadores terrassenses antes que él, como el célebre Joan Arnella (1570-1639), que pasa por ser el pionero.
Joan Arnella es el primero que sabemos que, siendo terrassense, hizo un estudio centrado en Terrassa ("Llibre d’antiguitats i ordinacions de la comunitat"), en 1614. Pero no es una síntesis de la historia de la ciudad, sino que se centra sobretodo en la Seu d’Ègara. No hay constancia de que Rodó viera la obra de Joan Arnella, pero sí se habían hecho copias parciales, y él mismo llego a copiar una.
¿Existen más historiadores anteriores a Rodó y Ventalló i Vintró?
Segimon Font i Parés (un personaje de quién no se sabe nada) también trata de les Esglésies de Sant Pere y anota cosas de la Guerra del Francès, pero tampoco llega a hacer una síntesis. Miquel Garriga escribe la crónica de la entrada de las tropas borbónicas en Terrassa en 1713, explica su presente. La copia que nos ha llegado de su manuscrito, por cierto, la copió el hermano de Rodó, Anton Rodó Martínez. El fragmento de Rodó sobre la Guerra de Sucesión está perdido, pero si su hermano copió la crónica de Miquel Garriga, sería extraño que no llegara a sus manos y la utilizara. La idea de que estos trabajos, como no se publicaron, no tuvieron ningún impacto, es errónea. Se hacía la historiografía terrassense, que comenzaba con Joan Arnella, la joya que nos ha quedado, y luego parecía que no había nada hasta el siglo XIX con Ventalló i Vintró y Soler i Palet. En las conclusiones finales de mi artículo en Terme, señalo que no existe una ruptura; entre Arnella y Ventalló i Vintró hay otros autores que hacen sus trabajos, y que acaban conectando con la historiografía que a finales del siglo XIX comienza a publicarse.