En los entornos agrícolas y naturales de Terrassa, en los márgenes o en el interior de sus campos, crecen plantas que nadie siembra, ni riega, ni cuida de ellas, pero no por ello rechazan la invitación de la vida, ni dejan de hacer su aportación al medio natural ni de tener su belleza, y también sus estudiosos y amigos, pese al apelativo de "malas hierbas" que reciben. "Las llaman así los payeses, porque les molestan, pero son plantas muy interesantes", afirma Antoni Comelles, que lleva desde la década de 1980 observándolas, estudiándolas, y también fotografiándolas. Ahora presenta en el Centre Excursionista de Terrassa (CET) una exposición con imágenes de cincuenta especies distintas de "malas hierbas", todo un mundo de formas y colores asombrosos, que los terrassenses tenemos tan cerca y que a la mayoría nos pasa desapercibido.
Todas las imágenes están realizadas en el Pla del Bonaire, una zona de alto interés en este ámbito botánico. "También he ido por Can Amat, y Mossèn Homs, y el Pla del Bonaires es, de todos los entornos agrícolas de Terrasasa, el lugar que presenta una mayor riqueza de estas plantas. Y no he visto que los payeses les tiraran herbicidas, que ya es mucho, ni adobos artificiales"
Comelles suele pasear por la zona, con su cámara, observando detenidamente todas las "malas hierbas", a la captura de la fotografía de la especie que aún no ha conseguido en la presente temporada. La mayor parte de las de la exposición las realizó el pasado año, algunas en la primera mitad de este; con una excepción: el "ull de perdiu" (adonis annua). "Se ha dejado de ver, por lo que he recurrido a una diapositiva que tomé de ella hace unos veinte años."
Con sus usos y propiedades
No todas las plantas aparecen a la vez. Algunas se ven todo el año, otras salen en un mes determinado. "La mayoría se secan con la llegada del calor. Pero hay tres que aguantan las temperaturas altas: la ‘xicoria’ (cuya raíz se aprovecha, en los tiempos de penuria, como substituto del café), la ‘ballarida’ y la ‘calèndula’, que antiguamente era usada para regular la menstruación." (La exposición, además de indicar el nombre popular y el científico de cada planta, presenta sus usos y propiedades, si las tienen.)
Las hay que florecen en pleno verano, como la "pastanaga borda" o el hinojo, que también es medicional. Más aún el cardo mariano, que también crece en el Pla del Bonaire, recomendable para subir la tensión, el asma, la cirrosis, la hepatitis, "una planta milagrosa". Casi nadie conoce ni busca ni recoge estas especies, aunque algunas podrían ser objeto de recolección, como los "calitxos", "que tienen un uso gastronómico, para ensaladas o tortillas". La exposición también permite conocer una curiosidad toponímica: la amapola, "rosella" en catalán, en Terrassa y solo en Terrrassa se la llama "paparola", una palabra genuinamente terrassense.
Es un conjunto de fotografías que Comelles ha querido mostrar también con la idea de "dar valor a estos terrenos agrícolas que tenemos en los alrededores de Terrassa. En el Pla del Bonaire, por ejemplo, son llanos, por lo que pueden tener muchos pretendientes, que querrían construir viviendas o naves industriales". Por encima de parte de ellos "ha de pasar, lamentablemente, el Quart Cinturó", lo que puede acabar con muchas especies.
Comelles es socio del CET desde 1984, en que constituyó el grupo de botánica de la entidad, que sigue activo y realiza una salida al mes.
Los datos
Exposición: "Males herbes. Aquestes meravelloses plantes"
Autor: Antoni Comellas i Garcia
Lugar: Centre Excursionista de terrassa (c/ Sant Llorenç, 10)
Fechas: Hasta el 29 de julio
Horario: De lunes a viernes, desde las seis de la tarde a las nueve de la noche