La nueva ordenanza de civismo, bautizada como Bases de Convivencia Democrática en la ciudad ya ha empezado a dar los primeros resultados. Tímidos primeros pasos de una norma llamada a acentuar la corresponsabilidad de los egarenses con el espacio público, que prioriza la pedagogía y la mediación a las sanciones.
El aspecto más novedoso de la ordenanza es que ofrece la posibilidad de sustituir la multa cuando se comete una infracción por horas de compromiso social en beneficio de la comunidad. Es el infractor quien elige pagar la sanción o bien realizar trabajos sociales vinculados a su perfil y a la falta cometida. Los primeros datos disponibles muestran que uno de cada diez infractores se acoge a esta novedad y opta por realizar servicios a la comunidad.
A lo largo de 2015, el Ayuntamiento abrió 805 expedientes sancionadores por incumplimientos de la ordenanza de civismo. De estos, hubo 94 casos que quisieron acogerse a los trabajos sociales en lugar de pagar la multa; es decir, el 11,7% de los infractores. Finalmente, prosperaron 91 casos (hubo tres expedientes que no cumplían los requisitos): 27 eran menores y 64 adultos.
Las infracciones, que eran tanto leves como graves (las muy graves no pueden sustituirse), tenían que ver con conductas vandálicas en el uso del espacio público que provocan su deterioro; incumplimiento reiterado de los requerimiento de la Policía Municipal; menosprecio a los agentes de la autoridad; orinar en la calle; hacer pintadas en las paredes y hacer ruido perturbando el descanso de los vecinos, entre otras faltas.
La ausencia de un convenio con entidades del tercer sector, que se está ultimando ahora, llevó al Ayuntamiento a ofrecer a estos 91 infractores talleres y charlas sobre aspectos relacionados con la convivencia, el civismo y el buen comportamiento. Los menores, acompañados por sus padres o tutores legales, asistieron a talleres organizados por un sargento de la Policía Municipal que tiene una larga experiencia en tratar con chavales. Está presente, por ejemplo, en el consejo escolar para abordar temas de absentismo.
Desciende la acogida
Parece ser que esta tímida acogida de las horas de compromiso social no está aumentando en lo que llevamos de año. Todo lo contrario. Por motivos que el Ayuntamiento no se explica, hay menos egarenses que convalidan la multa por horas en beneficio de la comunidad. El director de servicios de Vía Pública, Jordi Herrera, no cree que sea por falta de difusión. Aunque no se ha hecho una campaña específica, el Ayuntamiento informa de la posibilidad de conmutar la sanción en la carta que envía al infractor de la ordenanza. Sea por el motivo que sea, hasta el 31 de mayo, sólo diez infractores de los 302 expedientes abiertos por infringir la ordenanza de civismo han preferido hacer trabajos sociales que pagar la sanción económica. De estos, ocho son adultos y dos son menores de edad.
Estas diez personas y las que puedan sumarse hasta acabar el año realizarán las horas de compromiso social en alguno de los programas de voluntariado que tiene Creu Roja. El Ayuntamiento y la ONG están a punto de cerrar el protocolo que fijará las bases de esta colaboración.