El Colectivo Sin Vivienda se manifestó ayer en la puerta del Palacio de Justicia de Terrassa para apoyar a Raquel, una vecina del barrio de Can Palet que se enfrentaba a un juicio con el BBVA por haber ocupado ilegalmente la vivienda en la que reside, propiedad de la citada entidad bancaria.
El juicio quedó ayer visto para sentencia. Se espera que en menos de un mes el juez dicte una resolución de la que depende el futuro de Raquel y el de su familia.
Ni durante la sesión ni durante el año y medio que esta vecina lleva residiendo en el piso “ocupado” ha habido ningún acercamiento con el BBVA, a pesar de que Raquel afirma que lo ha intentado. El banco pide su desalojo, mientras que ella reclama poder seguir en el inmueble o en cualquier otro pagando un alquiler social.
Con dos hijas y embarazada
Raquel cobra una pensión de 645 euros de la renta mínima de inserción (Pirmi), vive con sus dos hijas y su pareja y está embarazada. Asegura que su situación es “desesperada” y afirma llevar viviendo con temor todo este tiempo de precariedad. Por supuesto, no niega la irregularidad de su situación, pero alega que no tiene más remedio que hacer lo que hace. “Sé que estoy ocupando algo que no es mío. Tengo miedo, pero ¿qué hago? No puedo quedarme en la calle, mis hijas se merecen vivir como cualquier crío”, reivindica, al tiempo que pide “un contrato de alquiler que pueda pagar”.