Se puso a hacer cabriolas con la bici que manejaba, y lo vieron unos policías municipales que estaban por allí, en la Rambla d’Ègara. Quizás él no los vio a ellos, o le dio lo mismo. La cuestión es que los guardias se acercaron a él, lo identificaron y lo cachearon. Y terminó durmiendo en los calabozos: llevaba diecisiete papelinas de cocaína ocultas en los genitales. El ciclista se sentará en el banquillo de los acusados como presunto autor de un delito contra la saluda pública, de tráfico de drogas. El fiscal pide que sea condenado a una pena de cinco años de prisión.
El acusado estaba con otro individuo en la Rambla d’Ègara el 26 de mayo del 2014. Eran las 3.15 de la tarde cuando unos agentes que realizaban tareas de vigilancia presenciaron cómo dos sujetos cabriolaban con sus bicis, llamando la atención, en la zona peatonal.
Los policías se aproximaron a los dos individuos para identificarlos. La sorpresa llegó en el momento del preceptivo cacheo, pues uno de los identificados portaba varias papelinas escondidas en la zona genital. Los guardias confiscaron diecisiete envoltorios, según indicó la policía en su informe y según señala el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación. Los indicios de que el sujeto se dedicaba al tráfico de estupefacientes condujeron a los policías a detenerlo, pues los envoltorios contenían coca.
Multa de 1.200 euros
El Ministerio Público dice que la droga incautada pesaba 8,60 gramos y tenía una pureza del 16 por ciento. El acusado llevaba una mochila y dentro, una navaja, un trinchador y 147,20 euros.
La Audiencia Provincial prevé juzgar hoy al procesado, M. A. R. R., dominicano de 40 años. El fiscal, en sus conclusiones provisionales, pide cinco años de prisión y una multa de 1.200 euros.