Entre los espectáculos de riguroso estreno que ha acogido el festival durante el fin de semana, este diario tuvo la oportunidad de asistir a dos: "La posibilidad que desaparece frente al paisaje", de la compañía El Conde de Torrefiel y "Rios do sono", de la compañía Circolando. Los dos se presentaron en el Teatre Alegria con buena respuesta de público.
El espectáculo del Conde Torrefiel, formando parte de un trilogía que también albergó el festival, fue una grata sorpresa tanto en su contenido como en su puesta en escena. El Conde… hace una presentación de diferentes situaciones en diversas ciudades europeas. Son situaciones que parten de la realidad para adentrarse después en el surrealismo más inesperado. Destacamos alguna de las historias como la de un grupo de jóvenes que asiste a un espectáculo tan moderno que no hay ni obras ni actores. Y es que la performance consiste en colocarse unos auriculares en las orejas y escuchar lo qué cuentan. Sin más.
O la historia protagonizada por un grupo de inmigrantes latinos que, tras intentos fallidos en la búsqueda de trabajo, deciden meterse a actores pornos en un cabaret o la de un grupo de ancianos noruegos de vacaciones en Lanzarote sorprendidos por experiencias insólitas o la de unos clientes de un supermercado que compran más que nunca atraídos por una música Zen que les relaja y les quita el estrés de todo el día.
Pero el espectáculo del Conde de Torrefiel va más allá. Cada historia que narra tiene una segunda en paralelo, que se cuenta en pantalla, y la contrapone. En este segundo plano se reproducen conversaciones de gente importante que hablan de la sociedad, de amor, de cultura, de sexo, de economía. Fue una conferencia creativa, ingeniosa, agradecida… Y con unos ponentes -cuatro actores- que se desenvolvieron, sin palabras, con una naturalidad increíble.
Mundo onírico
Nos acercamos también a "Rios do sono" ("Ríos de sueños"), de la compañía portuguesa Circolandia que para este espectáculo contó con terrassenses que hacen teatro en entidades y casals. En esta obra, el grupo de actores, extenso (29 personas en acción) nos transportan hacia un mundo onírico en el que los protagonistas intentan fabricar su propio sueño para vivirlo en plenitud.
Fue un bello poema visual en el que los actores tomaron contacto con las cosas más esenciales de la vida (la familia) y también con la naturaleza que les rodea. El viaje se inició con una paisaje otoñal (así lo percibimos con la decoración de las hojas sobre el suelo) para acabar con una estampa primaveral. Nos gustó también el final de este recorrido donde los protagonistas salen del teatro y recorren las calles de Terrassa (la secuencia se filmó con anterioridad y se proyectó en el escenario). De "Ríos de sueños" se realizaron dos funciones debido a que había actores de Terrassa y, por tanto, más afluencia de público. Àngels Cot, actriz en El Social y una de las participantes en la obra, calificó la experiencia de "magnífica. Ha sido una maravilla", añadió. "Hemos ensayado diez días pero ha valido mucho la pena".
