La presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, explicó a los alcaldes del Vallès Occidental la política que seguirá la corporación provincial en materia de ayuda a los refugiados que llegan a Europa, y ha avanzado que se destinarán alrededor de 100.000 euros para ayudar de forma inmediata estas personas en la actual fase de itinerancia. En la reunión del Consejo de Alcaldes de esta comarca, Conesa puso sobre la mesa la hoja de ruta de la institución que preside. La ayuda así se desplegará en dos fases: una de emergencia, en respuesta a el estallido de la crisis humanitaria actual, con la aportación económica mencionada; y la otra de acogida, que se pondrá en marcha cuando lleguen los primeros refugiados en los municipios de la demarcación. En una fase inmediata, se avanzará en la identificación de los municipios de la demarcación y sus capacidades de acogida, en la creación de una bolsa o fondos para cubrir gastos de los ayuntamientos que acojan refugiados, y en la coordinación con los municipios de acogida. Asimismo, Conesa destacó el papel de coordinación que asumirá la Diputación ante la llegada de refugiados de la guerra de Siria y otros conflictos, cumpliendo así el compromiso adquirido en la reunión convocada por el Gobern el pasado 7 de septiembre. "Es muy importante que las instituciones actuemos de forma coordinada y que nadie vaya por libre en este tema". Y añadió que ahora es necesario que los municipios e instituciones locales hagan un inventario de los recursos propios de cara a la acogida de los refugiados "que será muy larga y que podría ser definitiva", subrayó.
Por su parte, el comité operativo de acogida de personas refugiadas de la Generalitat mantuvo el martes su primera reunión donde se trabajó en la definición de la estrategia de la acogida de estos desplazados. Tal y como afirmó el coordinador de este comité, Àngel Miret, la reunión sirvió también para "poner las primeras bases para elaborar un banco de recursos de los que dispone el país", tanto públicas como privadas y del Tercer Sector. Miret añadió que "por otras experiencias a la hora de distribuir las personas refugiadas en todo el territorio, sabemos que no debemos pensar en grandes modelos de concentración sino en una primera acogida en estructuras grandes para conseguir que, en unos meses, las familias cuenten con viviendas donde preservar su intimidad y puedan hacer un proceso de integración al entorno".