El curso escolar arranca también con nueva responsable al frente de la concejalía de Educación. Rosa Ribera, licenciada en Música y en la especialidad de dirección, asume la responsabilidad. La nueva edil reconoce que tiene retos difíciles por delante y entre estos subraya la nueva planificación por la baja natalidad. También explica que le preocupa de forma especial el abandono escolar y que quiere impulsar acciones para contrarrestarlo.
¿Todo a punto para el curso?
Sí, todo a punto aunque hay algunos aspectos por cerrar como las 700 solicitudes de plaza que han llegado fuera del periodo oficial, la mayoría de las cuales corresponden a infantil y primaria.
¿Es un número importante?
Sí. Pero la comisión está acostumbrada a trabajar bajo esta presión y, cuando se trata de familias recién llegadas, la solución es más fácil porque se adaptan a la escuela que se asigna. También hay que ver las bajas que se han producido. Generalmente se acaba reajustando. Lo más complicado es atender los cambios de escuela porque ahora las plazas ya están asignadas. Calculamos que el promedio de alumnos por clase en P3 en la pública será de 25/ 26 y en la concertada de 27, mientras que en primero de ESO será de treinta. Es ajustado.
El sector educativo ha cambiado de escenario. Este curso se mantiene más o menos igual pero el próximo caerá la demanda en P3 en 370 plazas y, en cambio, va subiendo la de 1º de ESO. ¿Cómo se afronta la nueva etapa?
Es una prioridad absoluta. Vamos a crear en octubre una comisión de planificación educativa y demográfica. No solo para acatar el problema del descenso en infantil y el aumento en secundaria, sino para realizar un plan estratégico para saber cómo cambia la estructura de las escuelas y las clases en los barrios a cuatro años vista. Porque el problema es qué hacer en una escuela que tiene dos líneas y un curso tenga un descenso de quince alumnos. Te puedes plantear cerrar una línea y resituar los quince alumnos pero, en el fondo, sabes que el próximo curso tienes un incremento de quince. Esta comisión se pondrá en marcha en octubre.
La escolarización es competencia del Govern. ¿Cuál va a ser la postura municipal en este proceso?
No se deben cerrar líneas. Mi objetivo es que se aplique una reducción de ratios siempre cuando sea coherente. Por ejemplo, el caso de la Escola Marià Galí de Can Boada,que ha pasado a tener solo una línea tras cerrar la segunda en la preinscripción. Esta escuela ha cerrado matrícula con 19 alumnos por lo que se ha constatado que la reducción de oferta, que en su día fue polémica, era necesaria.
¿La apuesta municipal es evitar cierres de líneas en la pública?
Sí, siempre que sea posible. Yo soy una defensora de la enseñanza pública y, por tanto, si hay que cerrar líneas, la Generalitat debería plantearse también no solo el cierre de aulas en la pública sino en la concertada.
¿Peligra la construcción del edificio para la Escola Sala i Badrinas?
Este centro tiene demanda, lo cual justifica su construcción. Los proyectos que sí están en marcha son los de los institutos Can Roca y Les Aimerigues. Nos han explicado que estos edificios estarán operativos en el curso 2017-18, que será justamente cuando la escolarización en la secundaria tocará techo. Hay que tener en cuenta que en el año 2009 hubo un "boom" de crecimiento de natalidad que provoca que en un par de cursos haya un aumento de 700 plazas más en 1º de ESO.
El director de Serveis Territorials de Ensenyament, Lluís Baulenas, no da ninguna fecha.
Es cierto. Es la previsión que tenemos pero es cierto que aún no hemos celebrado ninguna entrevista.
Otro de los pilares de la concejalía de Educación es la Formación Profesional. El Ayuntamiento ha tomado mucho partido en estos estudios con la creación de un consejo municipal, turorías, becas para ir al extranjero…
Nuestra prioridad es que el alumno de FP en todas sus modalidades tenga un contacto más directo con la empresa, con el objetivo final también de que pueda tener una oportunidad de trabajo.
¿Qué acciones hay previstas?
Las áreas de Educación y Ocupación deben colaborar más. Soy partidaria de que las políticas transversales porque hay más efectividad.
El Ayuntamiento es titular de Escoles Bressol, Escola La Llar y Escola Municipal de Música-Conservatori Professional. ¿Tiene previsto introducir cambios?
Aún es pronto. No hemos tenido tiempo de estudiar a fondo cuál es la situación de cada centro pero también queremos aplicar esta colaboración intercentros.
¿Algún tema educativo que le preocupe?
Muchos. Algunos de ellos ya los he comentado como la planificación de la escolarización por el cambio demográfico y el paro juvenil. También me preocupa el absentismo que hay en secundaria en FP y bachillerato. Hay alumnos que van a bachillerato porque no tienen plaza en FP y abandonan. Creemos que la solución debe pasar por más plazas de formación profesional. No puede ser que haya adolescentes de 15 a 17 años que estén desmotivados y que después a los 22-23 años regresen a la escuela de adultos. Aquí tenemos un gran reto.
¿Y cuáles son las medidas para reducir y evitar este abandono?
Nos gustaría hacer un estudio sobre esto para saber cuál es el abandono de chicos y chicas en 4º de ESO, y también en FP y bachillerato. Y especialmente hay que trabajar en los que quedan descolgados en 4º de ESO. Y, continuado con esta idea de la política transversal, este tema lo trabajaremos con Servicios Sociales y Juventud.
Usted también había dirigido la Escola Municipal de Música-Conservatori. Pero no es lo mismo gestionar un centro educativo que una concejalía.
No, no, desde luego. Es mucho más complejo pero me hace mucha ilusión todos los retos que se me presentan por delante. Yo soy muy optimista por naturaleza y en la concejalía, donde se ha incorporado Lluís Alcalà como gerente, hay un equipo con mucha experiencia. Esto da mucha confianza.