Las malas lenguas dicen de él que en realidad es un espejismo, una suerte de holograma que se activa cuando tiene una cámara delante y se desvanece justo al poner un pie fuera del plató. O tal vez resulte una nueva clase de títere animado y movido por los hilos invisibles de la televisión. Esta verdadera “perita en dulce” como imagen para las marcas que venden cremas antiedad llamada Jordi Hurtado ha llegado ya a los 18 años. Al menos, esos lleva presentando el concurso “Saber y ganar” (La 2). Un tiempo en el que los científicos más prestigiosos aún no han encontrado una explicación a por qué el comunicador sigue con la misma apariencia física que cuando empezó en la tele con “Si lo sé, no vengo” en 1985, de por qué no ha perdido pelo ni tiene canas ni se ha engordado y sobre por qué hasta parece que lleve las mismas gafas que entonces.
Son demasiadas preguntas sin resolver sobre este verdadero “expediente Hurtado” que ni los mismísimos Mulder y Scully lograron desentrañar en su día. Nada indica que la supuesta, probable (¿evidente?) capacidad “inmortal” bajo los focos del tranquilo “showman” vaya a desaparecer. Así que los espectadores tienen aún mucho tiempo para asombrarse ante el aspecto del comunicador de Sant Feliu de Llobregat, que luce imperturbable el secreto de la eterna juventud.
Un “cebo” ideal para animar el ingenio de los internautas
El comunicador catalán cumplió 58 años el pasado 16 de junio. La fecha no pasó desapercibida en las redes sociales, que se llenaron de comentarios jocosos sobre las tan rumoreadas facultades imperecederas del presentador. Aquel día, por ejemplo, el usuario de Twitter @Asiertrece escribía: “Hoy cumple años Jordi Hurtado. Por si creíais que esta fecha no existía”. Otro de los “tuiteros” comentaba sobre la efeméride: “Parece que tal día como hoy, en 1957, nació Jordi Hurtado. Falta por confirmar si fue antes o después de Cristo”. Basta un simple paseo por la red social de los 140 caracteres y por internet en general para reparar en imágenes humorísticas en que se deja ver la cara de Hurtado.