Terrassa

Carne de audiencia

Seis jóvenes italianas, poco vestidas para la ocasión, dieron ritmo a las Mama Chicho, un grupo de baile que marcó  los inicios de Telecinco. Nada más comenzar a emitir, importó a España una nueva (y para muchos cuestionable) forma de hacer televisión que ya le había otorgado importantes réditos económicos y de audiencia en Italia. No en vano, el magnate Silvio Berlusconi fue uno de los primeros propietarios de la cadena Telecinco y situó al frente del proyecto a Valerio Lazarov, un viejo conocido de los espectadores y uno de los hombres de su máxima confianza.

A imitación del canal Cinque italiano, los inicios de Telecinco estuvieron marcados por la inclusión en la parrilla de programas-espectáculo con una estética muy de los noventa y que perseguían el entretenimiento más trivial como el único fin. Las parejas de “Su media naranja”, un espacio que tenía al frente a Jesús Puente o el “VIP” de Emilio Aragón fueron el pase de entrada de la marca en España.

Sensualidad
Aunque si un programa caracterizó el nacimiento de Telecinco fue “Tutti Frutti”, una suerte de revista televisiva que obtuvo una especial fama gracias a la aparición de media docena de señoritas desvestidas de “vedette”. Siempre sensuales ellas, las Mama Chicho aparecían en el momento menos pensado y sin venir prácticamente a cuento para entonar aquella canción del “Mama Chicho me toca, me toca cada vez más” que, de tanto repetirse, caló en la mente de muchos espectadores.

Con las Mama Chicho, Telecinco inauguró una etapa que algunos críticos televisivos dieron a llamar -con perdón del concepto- la “teleteta”, por la colección de exuberantes bailarinas y señoritas de buen ver y falda corta que aparecían en cualquier momento en la llamada “pantalla amiga”. Desde las azafatas del Telecupón de Carmen Sevilla a las brasileñas del “Cacao Maravillao” del VIP noche. La tentación carnal se convirtió en el mejor anzuelo para captar a la audiencia.

Variedades
El magazine donde salían las Mama Chicho (que en un principio eran todas italianas y se manejaban bastante mejor con los bailes sinuosos que con el dominio del castellano) comenzó a emitirse en 1990. En una primera etapa, el dueto Cruz y Raya presentó la revista televisiva, que con el paso del tiempo hizo nuevos fichajes, como el del humorista Raúl Sender o el actor Pepe Viyuela.

En aquella época, las videocámaras domésticas se encontraban en pleno auge comercial, así que “Tutti Frutti” se sumó a la moda de incluir una sección con fragmentos grabados por los espectadores. El presentador Alfonso Arús, con el programa “Vídeos de primera” (TVE), había sido pionero en introducir un género en el que cuanto mayor era el tortazo registrado, más risas despertaba.

“Tutti Frutti” desapareció de la parrilla de Telecinco en 1992, aunque las Mama Chicho se resistieron a abandonar a sus fans. Más tarde resurgieron en “Humor cinco estrellas”, otro de esos insustanciales programas que trajo consigo la televisión comercial. Entonces, la cadena aún no había comenzado a explotar el corazón como gancho de masas. Pero la “telebasura” estaba peligrosamente cerca.

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