El centro del universo es sin duda un lugar maravilloso excavado en la roca llamado "Fraggle Rock". Era así como empezaba una producción para niños que comenzó a emitirse en Estados Unidos en 1983 y que pronto conquistó a miles de pequeños en España. Los "fraggle", esas diminutas marionetas que sólo en su perdido mundo de galerías subterráneas estaban a salvo de los estultos humanos, vivían allí felices y despreocupados.
"No hay que trabajar, los problemas déjalos. Vamos a jugar. ¡Ven a Fraggle Rock!", decía su canción preferida. Y es que las reglas de ese perdido universo nada tenían que ver con las del incomprensible espacio exterior humanoide.
Los cinco "fraggle" protagonistas (Gobo, Musi, Dudo, Rosi y Bombo) sólo trabajan media hora a la semana. Ya había otros que se "cansaban" por ellos, los "curris", unas criaturas con casco que no podían dejar de construir tuberías de plástico que en el momento menos pensado los "fraggle" se zampaban.
Gobo era el explorador. Musi, la artista soñadora. Dudo, claro, el indeciso. Bombo se pasaba el día lavando y Rossi era una incansable atleta. Luego estaba el Tío Matt, que había salido a conocer cómo vivían los humanos y enviaba cartas a su sobrino Gobo explicándoselo. Quizás si miramos por las tuberías de casa podamos verlos.
Un éxito con la firma del creador de “Barrio Sésamo”
Cuando los "fraggle" nacieron (¿qué andarán haciendo ahora?), de algún modo ya se preveía que atraparían el interés de miles de niños en todo el mundo. La razón principal es que su creador era Jim Hemson, el padre de "Sesame Street", el mítico programa infantil que en España se conoció con el nombre de Barrio Sésamo. Aunque los "Fraggle Rock" tuvieron versiones distintas según los países, en España vimos la producción original estadounidense. Haciendo algo de memoria es fácil recordar que el formato original de la serie incluía a un personaje humano, el de Doc, un inventor que tenía un perro llamado Sprocket. Por casualidades de la vida, en un rincón del taller de Doc había un agujero que daba al pequeño mundo de los "fraggle", aunque el aburrido creador nunca se percató de ello a pesar de la insistencia de su animal de compañía. Seguro que Sprocket, en Fraggle Rock, se lo hubiera pasado mejor.
Vivían felices en el interior de la tierra y se alimentaban de tuberías de plástico. Los "fraggle" eran las estrellas de un vital formato infantil
