Durante los últimos años, la Festa Major está generando cierto debate en cuanto a su contenido. En los últimos años, la llegada de la primavera ha coincidido con la publicación de propuestas, especialmente por parte de partidos políticos y algunas entidades ciudadanas. Esquerra Republicana ha realizado repetidamente propuestas para llevar a cabo una suerte de reinvención que haga la Festa Major más plural y participativa. La Festa Major es sumamente participativa, no olvidemos que el programa está esencialmente compuesto por acto organizados por entidades de la ciudad especialmente para la celebración, pero la propuesta de ERC iba más allá.
Uno de los ámbitos que más controversia genera es el de el cartel de actuaciones de la fiesta. La CUP, por su parte, hace algunos años que propone abrir a la participación popular la elección de los conciertos de Festa Major. Esta misma semana anunció un acuerdo para someter a un pequeño referéndum ciudadano la contratación del concierto estrella del viernes. El desmentido de la concejalía de cultura acerca de ese eventual acuerdo, no hace que la CUP ceje en su empeño, como lo demostrará próximamente.
Terrassa en Comú ha anunciado esta semana que propondrá en el pleno que la contratación de artistas para la Festa Major sea paritaria, es decir, que se contrate a tantos hombre como mujeres. Consideran los comunes terrassenses que se expulsa a las mujeres de los circuitos de contratación a pesar de que la presencia femenina en los conservatorios es en ocasiones abrumadoramente superior a la de los hombres. Asedguran que es necesario dar solución a esa anomalía regulando la contratación en los términos de su propuesta.
Una iniciativa así no debe ser analizada desde la precipitación. Existen unas inercias que dibujan una realidad concreta, pretendida o no. No pensamos que deba acusarse de machismo militante a las personas que contratan en las fiestas mayores, muchos de los cuales deben ser mujeres, pero también es cierto que no nos paramos a pensar en el escenario que retratan esas inercias y que puede llevar a crear, si se quiere inconscientemente, una situación de discriminación que debe corregirse para contribuir a cambiar estructuras y mentalidades.