Roban y roban y el coronavirus haciendo milagros

25 de març de 2020
IVIMOS momentos a flor de piel. Salimos a los balcones a solidarizarnos con los españoles que les ha tocado "currar" porque así lo ha decidido su patrón, y porque la reforma laboral vigente permite al empresario hacer con el trabajador/a lo que le dé la gana. No importa si no hay equipos de protección individual, es más, ¿para qué los vamos a tener?, sería un gasto excesivo... Eso me comentaba un trabajador de un supermercado. Igual lo decía porque tenía al encargado al lado. El miedo transforma al individuo en cualquier cosa menos en héroe.

Este conjunto de países de la Península Ibérica se está transformando en algo indefinible. La policía saliendo de sus coches patrulla y bailando para los vecinos. Los vecinos aplaudiéndoles. La UME (Unidad Militar de Emergencia) del glorioso ejército español paseando con las sulfatadoras a sus espaldas por las estaciones de metro. Hace cuatro días el ejército estaba mandando mensajes a los políticos en contra del gobierno de coalición y sobre todo en contra de la negociación del Estado con Catalunya. El general retirado Fulgencio Coll, de Palma y militante de Vox, llamando a la insurrección armada. Ahora hay que lavarle la cara pública sin tocar a los facciosos que aún quedan.

Mientras tanto, nuestro diminuto y mortífero invasor nacional, el coronavirus, cebándose con la población de toda España, sobre todo con la Comunidad de Madrid, esa región donde desde 1995 el PP ha estado gobernando con mayoría absoluta, y se dedicó a desmantelar la sanidad pública en beneficio de la sanidad privada. Período donde los diferentes gobiernos del PP despilfarraron dinero público en beneficio de empresas amigas y del propio partido. Sólo en la financiación electoral autonómica del 2007 se robaron tres millones de euros de la sanidad pública. En ese período hubo un sobrecoste derivado hacia empresas privadas vinculadas con la asistencia sanitaria de 40.000 millones de euros. Luego vino M. Rajoy en 2012 y metió la tijera a la sanidad pública de toda España, con el cuento de la crisis, redujo los PGE en el período de la crisis en más de 60.000 millones de sanidad. A pesar de todo eso siguen gobernando los mismos con 1,7 millones de votos de madrileños. Y siguen bailando... pero no con lobos... sino con salteadores de caminos. Y luego se quejan.

Y como ejemplo de lo que es esta España cutre y de mangantes que campan a sus anchas hay personajillos como Juan Carlos "el Tempranillo", que en 1975 lo coronaron rey por obra y gracia del fascismo español y se dedicó a cobrar comisiones, utilizando su responsabilidad como jefe del Estado español para enriquecerse a costa de todos nosotros.

Así amasó una fortuna que pueden rondar los 4.000 millones de euros. Puede que el más fructífero de sus negocios como comisionista fuera que cobraba por la importación de petróleo procedente del Golfo Pérsico, un dólar por cada barril de petróleo que entraba en España. Un petrolero de tamaño medio lleva un millón de barriles. Este chollo lo mantuvo hasta 1996.

Su última acción de comisionista ha sido con las obras de la línea del AVE a la Meca en Arabia Saudita, realizadas por un consorcio de empresas españolas -Adif e Ineco, OHL, ACS, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia , Inabensa y Talgo. De este consorcio el Tempranillo se ha llevado cien millones de euros, a repartir con su amante Corina.

Y los ciudadanos aún no se han enterado de lo que está pasando en España. La están desvalijando. Catalunya fue pionera en la privatización de la asistencia sanitaria en los años 80. Pujol apostaba por ella, y ha sido un proceso sin final, donde Toni Comín contribuyó también a esa meta. Ley de Ordenación Sanitaria de Catalunya (LOSC), las entidades de base asociativa (EBA) o los consorcios, entramados entre lo público y la privado, todo un tramado de ingeniería asistencial con un fin lucrativo.

Ha llegado la realidad de la pandemia y les ha pillado en "paños menores", ésa es la realidad. Los nuevos gobernantes pensando que esto iba a pasar rápido, y casi sin daños colaterales, pero cuando el coronavirus salió de Wuhan y apareció en Italia ya vieron que iba en serio, pero era tarde para disponer de los equipos necesarios para hacer frente a la realidad en unas condiciones que sirvieran para salvar el máximo de vidas, pero no es así.

Ahora que hemos agotado el papel higiénico toca ir al supermercado y comprar todas las existencias de bolsas de basura grandes para regalarlas a los hospitales de nuestras ciudades y que el personal sanitario las utilice de batas protectoras, y luego volvamos a salir al balcón a cantar.

Las consecuencias finales las vamos a pagar todos los ciudadanos, como ha sido la crisis última, y ningún gobernante de este país va a pagar las consecuencias de esta catástrofe.

Exijamos la devolución de lo que han robado todos los delincuentes del PP+PSOE+ CiU, este país lo necesita... Ah y exijamos a la banca que devuelva los 60.000 millones que les dimos, se me olvidaba..., y el Tempranillo de momento que entregue los cien millones para la sanidad pública, y vaya explicándole a la fiscalía anticorrupción dónde tiene el resto de su fortuna y la devuelva también, y por favor no lo metan en la cárcel como a Urdangarín porque nos va a salir más caro el collar que el perro.