Los hoteles de Barcelona registran ocupaciones del 90% apenas tres días de que empiece el Mobile World Congress (MWC), cuando el año pasado por estas fechas las reservas ya estaban completas, lo que ha provocado un descenso de los precios de hasta un 20 % respecto a la anterior edición.
Según ha explicado a Efe Juan Gallardo, responsable de la consultora hotelera Bric Consulting, el pasado lunes las reservas estaban aún al 86%, cuando el año pasado, a una semana del Mobile, los hoteles ya tenían las ocupación casi completa y a dos semanas estaban a más del 95%.
Además, y por primera vez este año, la organización del congreso, la asociación GSMA que agrupa a los principales operadores de telefonía del mundo, se ha puesto en contacto con algunos hoteles para que liberen algunas de las habitaciones que tenían comprometidas, y que igualmente pagarán, para que las vendan a menor precio.
Aunque las previsiones apuntan a que los hoteles de Barcelona y de L’Hospitalet de Llobregat que están cercanos a la Fira se llenarán, no pasará lo mismo con los hoteles del área de Barcelona, que otros años también se veían muy beneficiados por este evento tecnológico y colgaban el cartel de completo.
La situación política de Cataluña y la incertidumbre que había respecto a lo que podía pasar han sido los principales factores que han provocado el retraso en las reservas, según diversas fuentes consultadas del sector hotelero en las últimas semanas.
Gallardo ha recordado que agencias gubernamentales de Estados Unidos y Reino Unido emitieron notas diciendo que, si bien se podía viajar a Barcelona, los viajeros debían de tener en cuenta que se podían producir tumultos en la calle, lo que “no ayudó a animar las reservas”.
La demanda ha despertado en las últimas semanas, justo después de que el consejero delegado de GSMA, John Hoffman, hiciese público su compromiso con Barcelona como sede del congreso hasta el año 2023, aunque éste subrayó la necesidad de garantizar un “entorno estable y seguro”.
Sin embargo, esta reactivación de la demanda se ha hecho a costa de la rentabilidad, ya que los hoteleros ya habían ajustado las tarifas ante el descenso de las reservas.
Respecto al pasado año, los precios han bajado entre un 18 y un 20% en el caso de los apartamentos turísticos; entre un 12 y un 15% en los hoteles de 4 estrellas y hasta un 20% en los establecimientos de lujo.
Aunque este año hay 1.800 habitaciones más que en 2017, había años en los que entraban más de 2.000 nuevas habitaciones y esa demanda se absorbía perfectamente tanto en Barcelona como en la primera corona de la ciudad, lo que obligaba a algunos congresistas a alojarse en localidades más lejanas, como Blanes, ya en la provincia de Girona.
Este año los congresistas pasarán menos días en la ciudad. De hecho, ha aumentado el número de los que no se quedan los cuatros días que dura el Mobile, a la vez que las empresas han contratado menos habitaciones para invitados, tanto clientes como proveedores, explica Gallardo.
Pese a todo, la semana del Mobile World Congress es la “estrella” del año, mejor incluso que los meses de julio y agosto, y hay hoteles que más que doblan la tarifa de una semana normal.
Según datos de GSMA, la edición de este año reunirá a unos 108.000 asistentes, tendrá un impacto económico estimado en el área de Barcelona de unos 471 millones de euros y generará unos 13.000 empleos a tiempo parcial.