El grupo alavés Foto-Ikatz, con importante implantación en el País Vasco, ha iniciado la reforma y cambio de imagen de los establecimientos Fotoprix, así como el cierre de algunos de ellos, escasamente rentables, con el fin de reflotar la emblemática cadena de fotografía, y no descarta nuevas aperturas. Foto-Ikatz, como informó este diario, se adjudicó Fotoprix antes del verano en el marco del concurso de liquidación que presentó esta cadena catalana, en su día líder en España. El nuevo propietario ha cerrado una tienda en Badalona y otra en Terrassa (la situada en el Passeig del Comte d’Egara), según fuentes de los trabajadores. Con ello, en nuestra ciudad sólo queda operativa la ubicada en la Rambla d’Egara. "Eran básicamente tiendas poco rentables por causas diversas, como un alquiler excesivamente alto", dicen la citadas fuentes a Diari de Terrassa.
La cadena vasca era una de las dos empresas que presentó oferta por Fotoprix (en el marco del concurso de liquidación) y era la opción preferida por la plantilla, que entendía que era la que mejor futuro auguraba. La propuesta que presentó Ikatz pasaba por sumar ambas redes, que son complementarias, puesto que casi la totalidad de su red se encuentra en el País Vasco. Esta empresa prevé mantener 52 tiendas propias (sólo las que funcionan permanecen en la red), además de las franquicias, y 161 trabajadores. Pagó 150.000 euros y también está modernizando las tiendas, con una inversión de 1,7 millones. Además, se queda con el laboratorio, ya que este servicio estaba subcontratado.
Adiós a la maquinaria
La compañía de Vitoria tiene clara la receta. Valentín Basañez, socio director de la empresa, señaló a Economía digital el público al que quieren dirigirse: "chicas jóvenes que dan mucho valor a las imágenes que imprimen y mujeres de edad media". Para hacerse más atractiva, renovará la imagen sin perder su ADN. Desde el logotipo a la decoración serán revisados. "Fotoprix es una marca todavía muy potente", manifestó.
Así, antes de acabar el año el cambio ya será visible en los principales centros de las grandes capitales de provincia. Los comercios más céntricos de Madrid, Barcelona y Valencia, las primeras en pasar por el taller. "Crearemos espacios más cuidados, donde la fotografía sea toda una experiencia y no sólo una tienda", añadió
La propiedad corregirá los "errores" cometidos por la anterior dirección. "Dejaremos de vender maquinaria, pues nos obligaba a tener un stock permanente en las tiendas difícil de rentabilizar". Por lo tanto,el nuevo Fotoprix ya no venderá cámaras fotográficas.
A los 52 centros actuales, los nuevos propietarios esperan añadir el abanico de franquiciados con contratos heredados. Con estas medidas, el grupo prevé un aumento del 40% en la facturación de Fotoprix. Entre tanto, entre los trabajadores ha vuelto la calma, una vez que comprueban la clara intención de los nuevos propietarios "por tirar adelante con la actividad".