El 5G, llamado a revolucionar el modo en que nos comunicamos, podrá comenzar a desarrollarse en España en las bandas del espectro radioeléctrico que los operadores ya están utilizando para servicios móviles, a la espera de que en un futuro se le asignen nuevas frecuencias.
“Las licencias se otorgan bajo los principios de neutralidad tecnológica y de servicios”, con lo cual “no hace falta” ninguna regulación específica para el 5G, como no la hay actualmente para el 4G, ha explicado a Efe el subdirector general de Planificación y Gestión del Espectro Radioeléctrico, Antonio Fernández-Paniagua.
“Se puede y se tiene que empezar con lo que hay, no hay otro mecanismo de atribución mundial de frecuencias”, ha añadido, al tiempo que ha recordado que la tecnología móvil de quinta generación (5G), base del llamado internet de las cosas, “requiere de economía de escalas”.
Los principales actores implicados en el despliegue del 5G, fabricantes y operadores, en colaboración con reguladores, están inmersos en la actualidad en la fase de “estandarización”, es decir, en la de decidir qué casos de uso se priorizan en el lanzamiento comercial de la nueva tecnología.
La planificación inicial es que las negociaciones de esta estandarización se prolonguen hasta 2018, tras lo cual comenzará la fase de producción y en 2020 empiecen a comercializarse los primeros productos.
En una reciente entrevista con Efe, el consejero delegado de Ericsson España, José Antonio López, animó al futuro Gobierno a licitar “lo antes posible”, entre 2016 y 2017, las bandas en las que empezará a operar el 5G para situar a España entre los países “punteros”.
“España tendrá que estar en el 5G y tendrá que estar cuanto antes, mejor”, ha indicado Fernández-Paniagua, que ha citado entre las bandas que ya pueden utilizarse para esta tecnología las incluidas entre los 1.427 y los 1.518 y los 3.400 y 3.600 megaherzios (MHz), esta última “poco utilizada”.
El ministerio de Industria, además, está liberando la banda entre los 3.600 y los 3.800 MHz, actualmente ocupada por radioenlaces de servicios fijos, para ponerla también el mercado para servicios de telefonía móvil y esperan que esté libre en 2018 para su subasta.
Ha recordado que el 5G fue uno de los asuntos tratados en la reciente Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, celebrada a finales de 2015, en la que se confirmó la atribución al servicio móvil de la banda de 694 a 790 MHz, que en España está ocupada por la TDT, lo que dará lugar a un segundo dividendo digital.
Además, en Ginebra se decidió que en la próxima conferencia, en 2019, un punto del orden del día será estudiar nuevas bandas de frecuencias para atribuirlas al servicio móvil.
“Como el 5G requiere anchos de banda muy grandes y muy baja latencia, van a requerir de nuevas bandas más altas”, ha señalado Fernández-Paniagua.
Con respecto al segundo dividendo digital, la liberación de la banda de la banda superior a 700 MHz (694-790 MHz) para servicios móviles, ha destacado que los plazos que se están barajando son que esas frecuencias “ya estén de manera efectivas siendo utilizadas para servicios móviles” entre 2020 y 2022.
“Esta banda va a ser importante para el 5G, pero el que esté disponible un poquito antes o después tampoco creo que sea totalmente esencial para el desarrollo del 5G”, ha añadido, al tiempo que ha confiado en que no se produzcan retrasos con respecto a los plazos previstos, como sí ocurrió con el primer dividendo digital.
Aunque las redes 5G se hallan todavía en una fase inicial de desarrollo, el consenso de los expertos apunta a que la próxima generación móvil multiplicará las velocidades y reducirá la latencia, es decir, el tiempo de respuesta desde que se da una instrucción a un dispositivo hasta que éste reacciona.
Además, con esta tecnología, se incrementará el número de dispositivos conectados al mismo tiempo entre 10 y 100 veces e incrementará la duración de las baterías hasta 10 veces.