La iniciativa de ofrecer ataúdes de cartón más económicos que los de madera en las ceremonias funerarias no será posible, al menos de momento. Los modelos homologados en el mercado cumplen los requisitos técnicos y medioambientales, pero su precio es equivalente a un féretro de madera de gama media.
El objetivo de incorporar los modelos de cartón para abaratar costes y reducir la factura de entierros e incineraciones se esfuma. La empresa municipal Funeraria ha analizado durante los últimos meses las alternativas existentes en el mercado y ha probado la fiabilidad de los féretros homologados. Las cajas responden a los parámetros de calidad que exige la Llei de Policía Sanitaria Mortuoria, pero están manufacturados en unos estándares de diseño y calidad que implican precios similares al catálogo de féretros standard.
"El objetivo era abaratar los costes para las familias pero no es posible -explica Alfredo Vega, teniente de alcalde de Servicios Generales y Gobierno Abierto-. Pese a ello, vamos a acabar de evaluar los nuevos féretros con la idea de incorporarlos al catálogo de Funeraria como una oferta más".
La fecha de la incorporación de los ataúdes de cartón al catálogo de funeraria no está cerrada. La empresa pública llevó a cabo en primavera el último concurso para la oferta de ataúdes y no está prevista una nueva licitación hasta dentro de dos años, pero ese calendario no tiene por qué ser un inconveniente para la incorporación de los nuevos modelos, comenta Alfredo Vega.
"Si el producto es nuevo, se puede abrir una nueva licitación cuando sea necesario. En las empresas municipales los mecanismos de compra y de contratación son idénticos a los del Ayuntamiento".
El concejal cree que "el mercado no está todavía suficiente maduro" para que las funerarias puedan escoger entre ataúdes de cartón de distintas características, calidades y precios, dentro del segmento de los homologados. El mercado ofrece modelos económicos, pero carecen de certificación.
Acuerdo de junta
La iniciativa de incorporar féretros de cartón a los servicios funerarios municipales cobró relevancia después de que los grupos municipales aprobaran un acuerdo de junta para la compra de féretros de cartón. La iniciativa partía del grupo de la CUP, que buscaba "ofrecer plena tranquilidad a las familias, a fin de que no se vean en el compromiso de hacer cálculos económicos en un proceso tan doloroso como el duelo. Y aún menos tener que sufragar cifras que son astronómicas para personas sin ingresos, viéndose algunos obligados a endeudarse".
La realidad del mercado frustrará de momento ese acuerdo político, ya que la empresa municipal Funeraria exige como requisito que los féretros que incorpora a su catálogo respondan a criterios de homologación.
El sector funerario afronta desde hace años la incorporación de nuevos formatos de ataúdes llevados por la necesidad de abaratar precios y también en una apuesta por productos más ecológicos y menos contaminantes. En ese contexto, la oferta de ataúdes de cartón se ha multiplicado, aunque la mayoría de los productos en el mercado de momento carecen de homologación oficial.
