Los clubes de alterne y la prostitución callejera mueven en España unos cinco millones de euros diarios, un enorme negocio que en buena parte de los casos revierte en las mafias que han convertido el tráfico de personas para la explotación sexual en “la esclavitud del siglo XXI”.
El Cuerpo Nacional de Policía celebró ayer en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria unas jornadas en las que presentó el balance de sus dos últimos años de lucha contra la explotación sexual, con un objetivo claro: concienciar al ciudadano de que, si recurre a la prostitución, es muy probable que esté ayudando a las mafias internacionales que trafican con seres humanos.
“En España no hay restricción legal alguna sobre la prostitución, pero sí queremos llevar al ánimo de los clientes que no pueden ser cómplices de la trata de seres humanos, de una explotación sexual de mujeres”, advirtió ayer el director del cuerpo, Ignacio Cosidó.
La cifras que ofrece la Policía son claras: desde que en 2013 comenzó la actual campaña contra las mafias de la explotación sexual, se han realizado más de 500 investigaciones, 1.600 personas han sido detenidas, se ha identificado a 20 mil víctimas de estos delitos y se ha conseguido que un millar de mujeres hayan rehecho su vida fuera de la prostitución con la ayuda de varias ONG.
Las redes que investiga la Policía trafican con mujeres españolas, pero sobre todo con inmigrantes traídas en la mayoría de los casos de Europa del Este, Iberoamérica y Asia, en algunas ocasiones menores de edad. De hecho, en los dos últimos años, la Policía española ha librado de la explotación sexual a 131 menores.
“Esta es una forma clara de criminalidad organizada. Según Naciones Unidas, después del narcotráfico, en este momento la trata de seres humanos y las redes de inmigración ilegal son el principal negocio que tiene el crimen organizado”, apuntó Cosidó.
El director general de la Policía trasladó a su auditorio estas cifras de la ONU: la explotación sexual mueve cada año 25 mil millones de euros en todo el mundo (6.500 millones solo en los países de la UE) y afecta a 12 millones de mujeres.
1.500 clubs de alterne
En España, se calcula que hay unos 1.500 clubes de alterne repartidos por todo el país, que junto a la prostitución callejera y la que se ejerce en domicilios facturan cinco millones de euros, apuntó en las jornadas el comisario principal de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal (UCRIF), José María Moreno. Este alto responsable policial subrayó en su intervención que los cuerpos de seguridad españoles hacen grandes esfuerzos para luchar contra este tipo de delitos, pero no ocultó su diagnóstico: “En el tema de trata de personas para la explotación sexual estamos en una posición muy mala, malísima”.