Miqui Giménez, Terrassenc de l’Any en 2018 y gran conocedor de la cultura popular catalana, se ha volcado ahora en divulgar los juegos tradicionales. De su investigación ha creado el libro "Quina canya, Joguinetes", un recopilatorio de juguetes hechos con cañas.
Giménez acudió al Rotary Club de Terrassa para presentar su obra y charlar con los asistentes sobre la importancia del juego para los más pequeños. "Los niños necesitan espacios para jugar en libertad y donde puedan estimular su creatividad", señaló. El egarense explicó que en Berlín han creado un espacio donde los adultos tienen prohibid ala entrada y los niños son libres para jugar a lo que quieran y para construirse sus espacios de juegos, sus cabañas, etc.
Las emociones del juego
Giménez repartió entre los asistentes cajas llenas de juegos tradicionales para ayudar a revivir el recuerdo de los juegos de la infancia. "El juego nos proporciona muchas emociones que van directas a nuestra memoria", aseguró.
Giménez, que lleva más de 30 años vinculado a la cultura popular, habló también sobre la organización de la Setmana del Joc al Carrer, que se celebra en Terrassa desde hace dos años y que pretende acercar el juego tradicional a los niños. Durante una semana, y con la ayuda de muchos voluntarios, diferentes entidades ciudadanas consiguen reunir diversas actividades en el Vapor Ventalló para redescubrir la magia de jugar en la calle y con elementos realmente sencillos.
En el turno de preguntas, los asistentes a esta distendida charla conversaron sobre la universalidad del juego y sobre el hecho de que niños que hablan idiomas distintos son capaces de jugar juntos.