Los comunes intentaban digerir anoche el batacazo electoral que los ha dejado fuera del pleno cuatro años después de que la marca Terrassa en Comú irrumpiera con seis concejales y se convirtiera en el primer partido de la oposición. Xavi Matilla, su cabeza de lista, reconocía ayer el resultado "muy negativo e inesperado" y lo atribuía "en parte al ‘tusami’ Ballart, que ha arrastrado todos los espacios políticos y también el nuestro".
Los comunes analizarán los próximos días "con más tranquilidad" las razones del batacazo en las urnas, incluida la ruptura de la confluencia con la que concurrieron en 2015.
Ayer, Matilla quiso "reconocer" el trabajo hecho por los miembros de TeC, "impecable durante toda la campaña, pero que no se ha traducido en resultados" y también "la labor del grupo municipal".
Los concejales regresaran a sus empleos los próximos días, pero el proyecto político "sigue siendo valioso y continuará adelante. De ninguna manera -insiste Matilla- quedará aparcado". El político recuerda que "hace 8 años ERC salió del Ayuntamiento y regresó con más fuerza".