La climatología no impidio que la Fiesta de la Santa Cruz de Canjáyar se desarrollara, el pasado fin de semana, tal y como estaba previsto, y solo obligó a reducir la procesión del sábado por la tarde. La comitiva salió de la iglesia de Sant Pere y llegó hasta la plaza de la Creu Gran, pero, ante la lluvia que caía, se optó por regresar directamente a la Seu d’Ègara, y suprimir el resto del itinerario por las calles cercanas.
El programa de la fiesta había comenzado por la mañana, con un desayuno de entidades. Por la tarde, en la sala Crespi, hubo el concierto del grupo La Fresca, y se procalmaron los Canjilones de honor: los matrimonios formados por Francisco Vizcaíno y Antonio Sánchez, y María González y Francisco Cazorla. Por la noche, se cenó en los jardines de detrás de Sant Pere y se lanzaron fuegos artificiales.
El domingo actuaron el Esbart Egarenc y los Bastoners, Diables y Geganters del Antic Poble de Sant Pere, y tras la misa, oficiada por el obispo, se homenajeó a Antonio Merino (presidente de la CEAT), Rafael García Maqueda (in memóriam) y Abel Rodríguez (presidente de la Hermandad del Rocio).