Terrassa

“La sociedad sólo responde ante el exceso de machismo”

Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada, médico forense y exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, protagonizó esta semana una conferencia en la Nova Jazz Cava invitado por Les Esquerres de Terrassa para hablar sobre "La negación de la violencia de género". Durante el acto, que presentó Carme Freixa y que prácticamente llenó la sala, Lorente alertó de los peligros de la llamada "igualdad real", un término acuñado por "el machismo y que es una trampa". En los prolegómenos del acto, Lorente concedió una entrevista a Diari de Terrassa. Este experto sostiene que hay una "realidad construida sobre referencias masculinas, que es una estructura de poder, y por lo tanto, como tal, tiene la capacidad de condicionar la realidad. Pero sobre todo tiene capacidad de darle significado a esa realidad". Lorente pone el foco en que la sociedad "critica y cuestiona" el machismo como un exceso, como algo que no es admisible para los patrones de referencia que nos hemos dado para convivir. "Cuando el machismo es la propia desigualdad, no es un exceso de desigualdad, es la desigualdad en sí misma, y sólo se cuestiona, por ejemplo, cuando la violencia hace acto de presencia". Lorente recurre en muchas entrevistas a una frase que oyó años atrás: "Mi marido me pega más de lo normal".

Elemento cuantitativo
"En esa frase había una crítica al elemento cuantitativo, no al hecho de que existiera violencia. La sociedad ha respondido ante el exceso de lo considerado normal. Pero nos no nos hemos parado a pensar que el machismo es la propia desigualdad, y que ésta está dando pie a mucha violencia e injusticia". La desigualdad no es producto de lo que las mujeres no han alcanzado, sino de lo que no se les ha dejado alcanzar. La forma de obtener la igualdad es que los hombres renuncien y que "entendamos que ser hombre también significa ser mujer". Es decir, que no sólo es un cambio de tiempo y espacio, sino de asumir una identidad distinta y esa identidad en los hombres pasa por incorporar, por ejemplo, el cuidado y el afecto. La clave para el cambio en los hombres, según Lorente, es la educación pero la educación a nivel formal y a nivel reglado desde la primera infancia pero también una educación crítica con la sociedad que les permita tomar conciencia de muchas cosas que viven como normales y realmente son privilegios. "Los hombres que dicen yo no soy machista o no soy un maltratador responden a posiciones claramente interesadas que buscan no implicarse en la transformación y no renunciar a sus privilegios. Porque si tú no haces nada por cambiar algo que está generando desigualdad, discriminación, injusticia y violencia, están haciendo que continúe. Es decir hay que fomentar la educación y la concienciación y tratar de desarrollar programas donde se vincule más al hombre al auto cuidado, al afecto y a lo que sentimos. Es algo que nos ayudará a vernos de otra forma, y por tanto, a comportarnos de otra manera".

Estar vigilantes
A pesar de que el camino hacia la igualdad avanza, lo hace lentamente, y hay que estar atentos para no retroceder. En este sentido, Miguel Lorente sostiene que hay que "estar vigilante" ante el machismo, "que es una conducta y no una cultura que se pueda reducir a elementos anecdóticos de la violencia". "El machismo es torpe porque no sabe gestionar la realidad más allá de su ombligo. Si no fuera por la estructura de poder que siempre ha tenido, y que quiere perpetuar, no habría durado ni tres meses", asegura este experto.

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