Organizado por el Moviment per unes Pensions Dignes, el Centre Cívic Presdident Macià acogió un interesante debate entre los partidos políticos con representación parlamentaria para tratar sobre la temática de las pensiones. El acto, que fue presentado por Plàcid Lordan, estuvo moderado por Ramon Franquesa y contó con una buena presencia de público.
Cada representante político disponía de 15 minutos para contestar siete preguntas facilitadas por los organizadores y fueron interviniendo por un orden que se decidió por sorteo. Miquel Sàmper, del PDeCAT, fue el que abrió el turno de palabras y dijo, entre otras cosas, que "se ha tirado tanto de la hucha de las pensiones que cada día está más vacía" pero avisó que "este es un problema que ha creado el Estado, y es el Estado el que lo ha de resolver".
Admitió que el objetivo de la reforma laboral del año 2012 "no se ha cumplido y es una reforma ineficaz y obsoleta, que se ha de modificar lo antes posible". Sàmper también señaló que "no podemos caer en el error prometiendo cosas que no se podrán cumplir".
Cecilio Oyonarte, del PSC, fue el siguiente, y aseguró que el tema de las pensiones "tendría que salir del debate político" y recordó que "mucha gente ha estado muchos años trabajando sin estar dados de alta". También dijo que "hay que exigir a los partidos un acuerdo con unos mínimos" y agregó que "la sociedad ha de asumir la solidaridad de unas pensiones dignas".
Arma arrojadiza
Después fue el turno de David Aguinaga, de Ciudadanos, que fue interrumpido más de una vez por asistentes contrarios a su exposición, lo que provocó la intervención de Lordan, apelando a la democracia y al derecho de todos a expresarse y ser escuchados. Apuntó que "las pensiones no se han de utilizar como arma arrojadiza" y expuso que "si el número de pensionistas aumenta y el de trabajadores que cotizan no, el sistema no se sustenta".
Aguinaga afirmó que la información es básica y que "es importante que el trabajador sepa en todo momento lo que le va a acorresponder en el futuro" y que "no se puede repartir lo que no se tiene y cada partido, cuando gobierna, destina los recursos a lo que son sus prioridades".
Aina Vidal, por parte de En Comú Podem, quiso resaltar que "una pensión no es una prestación, ni un privilegio ni un regalo, es nuestro derecho y nos lo ganamos cada día al ir a trabajar" y avisó que solucionar esta problemática es "una cuestión de voluntad política". Vidal, además, apuntó que hay muchos sectores que quieren imponer el miedo y que "nos desanimemos para que corramos ha hacernos un plan de pensiones privado" y manifestó su extrañeza por el hecho de que "hay un 40 por ciento de paro juvenil y los abuelos siguen trabajando". Comentó que "es fundamental recuperar el mercado de trabajo y generar más ingresos, pero la propuesta de la derecha es no hacer nada".
Álex Rodríguez, del Partido Popular, que también fue objeto de alguna reprobación por parte de algunos asistentes, advirtió que "el criterio del IPC para subir las pensiones puede ser peligroso" y recordó que las pensiones, en la actualidad, "siguen siendo el sustento de muchas familias, que pueden seguir adelante gracias a ellas". Afirmó que "las reformas se han de adaptar a la situación económica que se vive en cada momento" y que las pensiones están blindadas por la Constitución pero "varían por causas que no están al alcance de los gobiernos".
Finalmente, Josep Serra de ERC, aseguró que el tema de las pensiones "no es técnico, es político" y que si no se sitúa como una prioridad, "no se solucionará". Serra también manifestó que a raiz de la reforma laboral "todo se arregla recortando y la capacidad de negociación de los trabajadores han disminuido" y comentó que "eso de que el sistema de pensiones está en quiebra, es mentira, y que no hay recursos no se lo cree nadie. Nos quieren derrotados" y reclamó, entre otros, salarios dignos y un sistema fiscal justo y progresivo.
