La noche prometía. Mientras sonaban los primeros acordes de guitarra el público entusiasta se agolpaba a pie del escenario, móvil en mano, para inmortalizar la aparición de la estrella. Comenzaba "La nit de blues" con el bluesman de Chicago Bernard Allison y su banda de lujo de protagonistas.
Era el plato fuerte del Festival de Jazz Terrassa y, tal y como se esperaba, fue un recital de primer nivel, con un virtuoso de la guitarra eléctrica que obsequió al auditorio con dos horas de energizante ritmo y espectáculo.
El músico de Chicago debutó en Terrassa, dispuesto a mantener bien alto el listón que su padre, el legendario bluesman Luther Allison, dejó hace 30 años cuando actuó en el Epic Casino del Comerç en un multitudinario concierto.
Homenaje a su padre
Muy influenciado por la música de su progenitor, con el que empezó a tocar a los 13 años, a lo largo de su carrera ha mantenido su libertad musical tal como pudimos presenciar el viernes. Bernard incluso se permitió rendirle homenaje en La Cava. Por ello, bajó del escenario y se paseó por la pista entre el público sin interrumpir ni un momento su perfecto recital de blues. Fue ya casi en la recta final de una vibrante noche en la que el bluesman de 54 años presentó con una banda de lujo su nuevo trabajo "Let it go!" Un recital en el que también rindió tributo a la figura de su padre, su maestro (fallecido en 1997) con temas como "You’re Gonna Need Me" y "Castle", una balada melancólica y acústica.
Con su nuevo trabajo Allison y su banda realizan durante veinte días una extensa gira europea con la que recalan en Zaragoza y Murcia y también pasarán por Suiza, Francia, Alemania, Bélgica o Noruega hasta finalizar en Holanda.
El blues y otros estilos
Continuador del blues contemporáneo, Allison experimentó en la Cava con diferentes ritmos sin olvidar las raíces del género. Desde el primer momento entusiasmó con su trabajo personal y renovador que integra el blues en una mezcla de los más variados ritmos y estilos desde el reggae hasta el rock, el blues-rock, blues-rock, electric blues o el texas blues, sin olvidar el más auténtico de su Chicago natal.
En directo Bernard Allison derrochó energía como un experimentado guitarrista eléctrico en una noche donde brilló en sus largos y vibrantes solos. Un perfecto concierto en el que estuvo flanqueado por John McGhee, a la guitarra; George Moye al bajo eléctrico y Mario Dawson a la batería, quienes también tuvieron sus minutos de gloria en solitario.
Allison obsequió al auditorio con piezas de su nuevo disco o bien acogidas por la crítica como "Cruisin’for a Bluesin", una apología de la vida en carretera, "Same ole Feeling", "Night train" o "Kiddio", un tema inspirado en el jazz romántico. Y como despedida tuvo incluso un detalle con el público: regaló una púa de guitarra a los afortunados de las primeras filas. "Us estimem, adéu", concluyó con su auténtico acento americano.
Misión cumplida. Allison dejó una buena estela de la saga en el Festival de Jazz Terrassa.