Este lunes se firmó el pacto contra la segregación escolar impulsado por el Síndic de Greuges de Catalunya, institución que determinó en sus informes que Terrassa es la ciudad que más sufre este problema. El acuerdo ha sido suscrito por el conseller de Educació, Josep Bargalló, junto a más de cien ayuntamientos de más de diez mil habitantes, entre estos Terrassa. También cuenta con la adhesión de la mayoría de representantes del arco parlamentario e institucional y la escuela concertada. El documento marco incluye treinta actuaciones y 189 medidas en nueve ámbitos. Algunos de los ámbitos de actuación son la aprobación de un nuevo decreto en el proceso de admisión -el cual se ya se está elaborando- o las orientaciones relacionadas con la oferta.
Distribución de alumnado
También establece una proporción máxima de alumnado con necesidades educativas específicas por centros de una misma zona y la mejora de la distribución del alumnado entre centros. En el marco del pacto, el departamento de Educació ha eliminado para el proceso de preinscripción la puntuación complementaria por enfermedad digestiva crónica y por hermanos o progenitores exalumnos del centro. Estos cambios se están trabajando de común acuerdo con los ayuntamientos.
El pacto prevé avanzar en la gratuidad de la enseñanza a través de la mejora de la financiación pública de los centros públicos y concertados, y discriminar positivamente en la transferencia de recursos los centros y las familias socialmente menos favorecidas, con el objetivo de garantizar estándares de calidad equivalentes para el conjunto de centros del servicio de Educació de Catalunya, y también garantizar la gratuidad real de la enseñanza y que las cuotas no sean un factor de segregación escolar.
Asimismo, el documento prevé la creación de una comisión de estudio del coste de la plaza, la adecuación de la financiación pública de los centros públicos y concertados en función de la corresponsabilidad en la escolarización equilibrada del alumnado, y la elaboración de directrices sobre el pago en cuotas en centros públicos y concertados, y el establecimientos de una convocatoria de ayudas para libros de texto, material escolar, salidas y colonias escolares. El acuerdo contempla también medidas de seguimiento mediante reuniones semestrales con el conjunto de las entidades que han firmado , y también a través de comisiones de seguimiento temáticas o territoriales para abordar temas monográficos.
En la presentación y firma del documento, el conseller de Educació, Josep Bargalló, manifestó la importancia de apostar por políticas educativas que rebajen la segregación en los centros. "La realidad de nuestra escuela pide una actuación decidida. El derecho a la elección de las familias no es sobre con quien estudian nuestros hijos, sino sobre cuál es el proyecto educativo que queremos para nuestros hijos".
Colaboración municipal
El conseller reiteró ayer, durante en su comparecencia en la comisión de control del Parlament, su empeño en trabajar a favor de la equidad y con la implicación municipal. "Lucharemos con decisión y de manera conjunta con los ayuntamientos contra la segregación escolar". Ayuntamiento y sectores educativos profesionales han dado sus primeras impresiones acerca del pacto.
El alcalde de Terrassa, Alfredo Vega, que lo ha firmado, destaca de un modo especial la voluntad política de Bargalló. "Es un documento ambicioso pero hay un compromiso político para revertir la situación y a esto a mi me parece valioso y valiente". Vega se mostró confiado en que se aplique y sobre todo que se acompañe de los recursos necesarios. "Si no hay inversión, quedará en papel mojado, porque las medidas necesitan presupuesto. Y, en este sentido, habrá que hacer un esfuerzo porque la reducción de presupuesto ha sido muy importante. Sólo hay que ver que el Govern en 2007 destinó un total de 450 mil euros a los planes de entorno de ayuda escolar y ahora hay por el mismo concepto 27.500 euros".
El alcalde cree que el documento ayudará a resituar cosas, especialmente en Terrassa, donde la concentración de alumnos desfavorecidos es muy importante. Recordó que aquí ya se han empezado a tomar medidas y que para el próximo curso, habrá un reserva general de cuatro plazas (la normativa fija dos hasta ahora) para alumnos vulnerables en todas las escuelas públicas y concertadas. Aún así insistió en que hay centros de alta complejidad y que requieren de dotaciones específicas para dar igualdad de oportunidades.
Cambio de conciencia
Y junto a los recursos, Vega añadió que también es vital un cambio de conciencia social. "Las declaraciones de Bargalló sobre elegir el centro en función del proyecto y no del alumnado son audaces y hay que felicitarlo. Esto implica un cambio de chip y romper con los tópicos y prejuicios. Sólo así conseguiremos unos centros plurales".
Carles Lázaro, representante en la junta central de directores de la pública, ha dado la bienvenida a la iniciativa porque "la situación que tenemos en Terrassa y en otros municipios necesita soluciones urgentes". Para Lázaro, como Vega, no será suficiente que el documento fije un reparto de alumnado sino hay recursos. "El problema de muchos de estos alumnos y de sus familias traspasa la barrera educativa, es social y, por tanto, hay que buscar soluciones integrales. Y eso quiere decir recursos en red, algunos de los cuales tienen un coste económico sin todos. Me refiero a un seguimiento educativo, sanitario; casi de protección social. Si no hay una mirada completa hacia estos alumnos, muchos de ellos pobres, no saldremos adelante". Desde el sector de la concertada, Maria Teresa Claret, directora de El Cim, coincidió con Lázaro. "La filosofía es muy buena sobre el papel pero si no hay presupuesto poca cosa se podrá hacer. No debe haber escuelas guetos pero para revertir y frenar la situación que hay se requiere inversión, tanto si hay distribución de alumnado o no. Los centros que escolaricemos alumnos desfavorecidos necesitaremos recursos y los que ya son complejos porque hay concentración, los necesitan aún más".