Terrassa

“Me inquieta saber qué comisario tenía asignado Trapero para detenerme”

La declaración del pasado jueves ante el Tribunal Supremo del máximo responsable de los Mossos d’Esquadra durante los hechos del 20 de septiembre y el 1 de octubre de 2017, Josep Lluis Trapero, centra la nueva crónica del ex conseller Josep Rull desde la prisión de Soto del Real. En la quinta entrega de sus reflexiones ante los lectores de Diari de Terrassa, el político egarense cuestiona que el Major de los Mossos acusara de "cierta irresponsabilidad" al Govern en la organización del 1-O y comenta, no sin cierta ironía, su confesión de que la policía autonómica tenía un plan para detener al Govern si recibía la orden judicial.

"Estoy inquieto por saber quién era el comisario y el intendente que tenía asignados para detenerme", afirma Rull en su crónica, en la que subraya dos elementos de la declaración del Major Trapero.

"El más inquietante", dice, es el hecho de que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, haya "cogido las riendas de la acusación" al formular la última pregunta al Major de los Mossos. En tiempo de descuento, Marchena pidió a Trapero que aclarará por qué convocó reuniones con el Govern y qué ocurrió en ellas.

"Hemos pasado del ‘tranquilo, la Fiscalía te lo afina’, al ‘tranquilo, Marchena te lo afina’", afirma Rull. El ex conseller cree que "el tribunal está absolutamente comprometido con el simulacro de instrucción de Llarena y con la acusación de rebelión", circunstancia que, en el juicio, "invierte la carga de la prueba: somos nosotros los que tenemos que acreditar que no somos culpables. La presunción de inocencia, fulminada", se lamenta.

En el segundo elemento de análisis, Rull se pregunta si "¿realmente era necesario que Trapero, para defenderse, tuviera que calificar al Govern de irresponsable?". El político insiste en que el Executiu cumplió el mandato del Parlament. "Trapero -dice- sabe que la violencia la protagonizaron las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en un uso desproporcionado de la fuerza". En los colegios cerrados por los Mossos "no hubo conflicto porque, como él mismo explicó, se actuó de acuerdo con los principios policiales de congruencia, oportunidad y proporcionalidad".

Pese a las críticas, Rull cree que Trapero explicó "con solvencia y seguridad" el despliegue de los Mossos el 20 de septiembre ante la sede de Economia y el 1-O. A su juicio, el Major "desmontó con precisión quirúrgica el relato de la letrada de la Administración de Justicia sobre un pretendido asedio tumultuario".

Aquel día, el primer pasillo de la Brigada Mòbil de los Mossos "se desmontó por la demora en los trabajos de la comisión judicial" y "toda la ‘violencia desbocada’ fue el lanzamiento de dos botellas de plástico. La sedición del 20 quedó desactivada", concluye.

Sobre el operativo del 1-O, Rull cree que Trapero "rebatió" los argumentos del coronel Pérez de los Cobos, cuando tildó a los Mossos de "incompetentes". "En buena medida -afirma- se está juzgando la actuación de los Mossos en los atentados del 17 de agosto. No se les perdona aquel éxito".

Al ritmo que lleva el juicio, Josep Rull cita fuentes del Tribunal Supremo para afirmar que difícilmente habrá pronunciamiento antes de julio. Mientras que eso ocurre, relata una de las largas esperas -5 horas- durante una pausa de la vista en el Supremo. El espacio habilitado para los acusados es "una sala presidida por un retrato de Alfonso XIII (el rey foragitado por la voluntad de las urnas al proclamarse la República ): toda una declaración de intenciones para entender qué visión de España tiene el actual Consejo General del Poder Judicial".

Primer Sant Josep en cautividad
La estancia en la que esperan los nueve presos "es oscura. Las seis ventanas inmensas deben permanecer cerradas por razones de seguridad". Con los diez agentes que los custodian, los políticos catalanes "acabamos tejiendo una relación que sería incapaz de calificar. Allí estamos nueve presos políticos (7+2), nos queremos y coleccionamos momentos memorables".

Ayer, mientras escribía estas líneas, Josep Rull celebraba en Soto del Real "mi primer Sant Josep, el día del padre, en cautividad". El próximo sábado se cumplirá un año se su reingreso en prisión, un momento "triste y doloroso. La despedida de la madre y de los hijos, terrible. Y el último beso con Meritxell a las puertas del Supremo…".

Como cada semana, Josep Rull se despide de los lectores de Diari de Terrassa con la mirada puesta en la ciudad. "Esta semana llega la primavera y el entorno de Terrassa se llenará de retama -evoca-. Respiremos hondo y aspiremos el amarillo de la dignidad de un pueblo que ya ha decidido ser libre".

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