Los expertos del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) alertan de la proliferación de nuevos alérgicos a partir de la alta concentración de polen.
Así lo ha detallado la investigadora del centro y responsable de la red de Aerobiología de Cataluña (XAC) Jordina Belmonte en la rueda de prensa que se ha celebrado este martes en el campus de la UAB en Cerdanyola del Vallès.
El análisis de la situación apunta que existen picos de concentración de polen que pueden convertir a personas no alérgicas en alérgicas, por lo que pueden experimentar por vez primera la sensación de los conocidos ataques que se experimentan, sobre todo durante la primavera.
Según Belmonte, pueden experimentar brotes acentuados, que posteriormente irían a menos, dado que la polinización de algunas de las especies que existen en nuestro país se ha iniciado hace semanas.
La vegetación responde a las precipitaciones que hubo el año pasado, en otoño, y esta primavera ya ha arrancado con polinizaciones fuertes de cipreses, ahora con chopos, parietaria, y posteriormente gramíneas”, ha señalado Belmonte.
Por todo ello, Belmonte apunta que se tienen que tomar todas las precauciones posibles, dado que los datos apuntan que esta polinización en altas concentraciones podría afectar a personas que nunca antes han sufrido alergia.
“Puede que parezca que se hayan resfriado, pero en esos casos es muy posible que las altas concentraciones hayan propiciado que se hayan convertido en alérgicos”, ha añadido la experta de la UAB.
De este modo, los elementos más alérgenos que hay en la atmósfera de Cataluña son las cupresáceas, con un 23 %; el plátano de sombra, con un 10 %; la parietaria, con un 6 %; el olivo, con un 5 %; las gramíneas, con un 4 %; y las quenopodiáceas, con un 3 %.
Belmonte también ha destacado la agresividad de ciertas reacciones, concretamente en el caso del plátano de sombra, que con una presencia del 10 %, afecta a un 39 % de la población, y del olivo, que con un 5 % afecta a un 36 %.
Por lo que refiere a la afectación territorial de Cataluña, la mayoría de datos de los que se disponen corresponden a la zona de Barcelona y su área de influencia, por lo que Belmonte destaca el descenso de polen de plátano de sombra en la costa y el aumento en zonas del interior como Lleida y Vielha.
Según Belmonte, el cambio climático está haciendo que en los últimos 25 años se haya experimentado un incremento de las concentraciones atmosféricas de polen de árboles y, por el contrario, un descenso del de hierbas.
De este modo, la manera de apaciguar los efectos de la alta concentración de polen en el ambiente pasa por la llegada de lluvias, lo que haría bajar ese volumen en el aire al suelo, de modo que no produciría afectaciones respiratorias.
Por su parte, la especialista en alergología de la Unidad Pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron y Secretaria del Comité de Respiratorio de la Sociedad Catalana de Alergología e Inmunología Clínica (SCAIC), Teresa Garriga, ha advertido de que no se están respetando los parámetros que establece la OMS.
En este sentido, ha señalado que faltan alergólogos en la sanidad pública, una especialidad que se encuentra por debajo de los que sería necesario en la atención sanitaria global, destacando el caso de Girona, donde solo existe un especialista en esta modalidad para 750.000 personas.