El independentismo explora una vía de acuerdo alternativa al proyecto hasta ahora fracasado de una candidatura unitaria para en la ciudad para las próximas elecciones municipales. La propuesta de lista conjunta lanzada hace meses por Primaries Terrassa y replicada hace unos días por el PDeCAT no tiene visos de prosperar, pero el movimiento cree que son muchos los objetivos que les unen y explora una fórmula que les permita acudir a las urnas con un mínimo común denominador.
La iniciativa la lideró hace unos meses Omnium Terrassa y la ANC, que han logrado sentar en una mesa a representantes de ambas entidades y de las formaciones Primàries Terrassa, Solidaritat, Demòcrates, ERC, MES, la CUP y el PDeCAT.
Las formaciones independentistas participan desde hace meses en reuniones de trabajo en las que, por encima de la unidad de las siglas, debaten objetivos compartidos con la idea de mostrarse ante los electores como un frente plural, pero con una estrategia común en aspectos clave.
Sobre la mesa están el compromiso de, si suman mayoría, asegurar la elección de una alcaldía independentista o soberanista y evitar que las formaciones que apoyaron el 155 (PP , PSC y Cs) gobiernen la ciudad.
Sin matices
Hasta el momento, este ha sido el aspecto más debatido entre los asistentes a los encuentros, comprometidos todos con la independencia, pero desde posiciones ideológicas distintas. Por ejemplo, el apoyo a cualquier alcalde independentista, sin matices, puede incomodar a formaciones como la CUP, que no estaría dispuesta a apoyar a un gobierno liderado por el PDECAT.
Por otra parte, la apertura del compromiso de apoyo a un alcalde soberanista abriría la puerta a un posible acuerdo con TeC. Si los independentistas no suman, podrían necesitar a los comunes para derrocar al bloque del 155, una alternativa que también está siendo valorada. Si los partidos mantienen las posiciones de 2015, esta opción volvería a descartar al PDeCAT, con quien los comunes rechazaron pactar.
ERC ha sido la única formación que de momento ha puesto sobre la mesa de trabajo un decálogo de propuestas para el acuerdo estratégico. Se trata del "Compromiso republicano para Terrassa" con que la formación concurre a las municipales. En ese documento se incluye, junto al anuncio de apoyar una alcaldía soberanista, el de hacer posible el cambio político en la ciudad, reivindicar y trabajar por la libertad de los presos y el retorno de los exiliados, con el apoyo explícito del Ayuntamiento, así como el compromiso de secundar las iniciativas que emprenda al Govern o el Parlament de Catalunya para avanzar hacia la república catalana.
A esas propuesta podrían sumarse al debate otras del resto de formaciones políticas y entidades. Los anticapitalistas de la CUP, por ejemplo, aún no lo han hecho, a la espera de reunir a su asamblea.
Los independentistas vienen celebrando encuentros para el acuerdo de un marco estratégico común desde el año pasado. En el de hace quince días el PDeCAT se ausentó, coincidiendo con el lanzamiento de su propuesta de candidatura única. La oferta ha sido vista por algunos miembros de la mesa como un gesto oportunista para "hacerse valedores de la unidad", cuando ésta ya quedó descartada hace meses tras la propuesta de la ANC.
El tema volvió a copar el debate en la última mesa de trabajo celebrada este martes. Desde la ANC defienden que la posibilidad de la candidatura única "no está descartada. Aún hay tiempo para que haya cambios de postura y podamos ir juntos a las urnas", comentaba ayer Francesc Muntada, portavoz de la ANC. La Assemblea tiene previsto reunirse con el PDeCAT para conocer su propuesta.
ERC y la CUP sin embargo, siguen creyendo que una candidatura única del independentismo en la ciudad no garantiza mejores resultados. Los republicanos defienden que su postura "no va contra nadie, sino a favor de la ciudad", apunta el candidato Isaac Albert. El líder afirma que el "catalanismo estricto" nunca ha superado los nueve concejales en Terrassa y que una candidatura única, aunque lograra ganar, lo haría en minoría, "enviando al PSC a las manos de Cs" y dando lugar a "una ciudad dividida en dos bloques, donde el nuestro sería el más pequeño".
La formación insiste en que "ganar no es gobernar" y apuesta por una "unidad estratégica" que no cierre la puerta a acuerdos más allá del independentismo ni deje de lado temas importantes de ciudad.
La CUP, por su parte, se niega a valorar una propuesta de candidaturas porque "si hay que hablar es de programas políticos", afirma el candidato Marc Medina. La formación participa en la mesa de trabajo, pero distingue entre llegar a acuerdos estratégicos y de contenido a firmar un pacto de candidatura. "No conocemos el programa de Primàries y del de JxCAT-Terrassa estamos muy lejos. Para nosotros lo primero es el programa, el marco ideológico y después los respresentantes institucionales". Como ERC, la CUP cree que una candidatura única cercena su capacidad de sumar apoyos electorales.