El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, anunció ayer que el Obispado de Terrassa dispondrá de un organismo externo, independiente de la estructura eclesial, para tratar los casos de abusos sexuales a menores de edad. La diócesis egarense participa así en un acuerdo alcanzado junto a los otros dos obispados metropolitanos: el de Barcelona y el de Sant Feliu de Llobregat.
Omella explicó esta iniciativa en una entrevista en TV3. El organismo externo no estará sujeto a la justicia eclesiástica, pero sí ayudará a los tribunales canónicos en la investigación de los abusos.
El arzobispo volvió a pedir perdón públicamente en nombre de la Iglesia y señaló que el equipo externo, interdisciplinar y laico, estará formado por profesionales, hombres y mujeres; por abogados, psiquiatras y mediadores.
Entre sus funciones estarán la verificación de los asuntos denunciados, la ayuda a las víctimas y a los tribunales eclesiásticos y la contribución a la reinserción de los abusadores. La provincia eclesiástica de Barcelona aprobó la constitución de esa unidad técnica después de la cumbre celebrada en el Vaticano para debatir el grave problema de las agresiones sexuales en el seno de la Iglesia católica.
Juan José Omella aseguró ayer en la entrevista que el arzobispado tiene la intención de poner en marcha el equipo "inmediatamente".
El cardenal admitió que el Papa Francisco había "puesto las pilas" a los cardenales debido a la seriedad del problema y defendió los protocolos de la Iglesia en materia jurídica, pero se mostró partidario de trasladar los asuntos a la jurisdicción ordinaria cuando se confirmen. En enero pasado el Obispado de Terrassa informó de la investigación interna abierta a raíz de una denuncia por abusos cometidos hace más de cuarenta años en Francia. El acusado es un sacerdote jubilado que ahora está adscrito a la diócesis egarense.