La ciudad de Barcelona encadena varios meses de recuperación de la ocupación hotelera y del precio medio de estos alojamientos después de la brusca caída del primer semestre de 2018, aunque el turismo de negocios continúa con cifras por debajo de sus mejores números, según alertó ayer el Gremio de Hoteles. El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, realizó ayer balance de la actividad hotelera en la capital catalana en 2018 y avanzó los datos de los dos primeros meses de 2019, que invitan al optimismo, según señaló, con aumentos de la ocupación del 6%, en enero, y del 4%, en febrero, en relación con el año anterior.
Lamentó la caída del turismo de negocio y el desequilibrio que se produce entre este tipo de viajeros, que gasta más, y los llamados vacacionales. "El equilibrio 50-50 de los últimos años se ha perdido. El turismo de negocio es el 30%", apuntó Clos.
Clos responsabilizó en gran parte de la caída del turismo de negocios a la inestabilidad política en Catalunya, que se llevó congresos que debían tener lugar en Barcelona y que provocó la marcha de la sede social de unas 6.000 empresas, que ya no celebran en la capital sus reuniones.