El chef terrassense, Artur Martínez, lidera el nuevo proyecto gastronómico del Hilton Diagonal Barcelona, que lleva por nombre "AÜRT y MA’I y que une dos experiencias diferentes en un mismo espacio. La propuesta gastronómica forma parte de la última fase del plan de renovación del hotel y se ubica en el epicentro del establecimiento.
Martínez, que decidió cerrar el restaurante Capritx de Terrassa (Estrella Michelin) para tomarse un tiempo, comienza en Barcelona una nueva aventura en la que quiere profundizar en su propio relato gastronómico, que se basa en el "exotismo de proximidad" y la dignificación de la cotidianidad, dando un perspectiva alternativa a los alimentos y respetando su innegociable temporalidad y frescura", según fuentes de la cadena hotelera de prestigio. El discurso del chef se resume en la precisión y en la combinación de la simplicidad con el detalle estético, huyendo de todo lo innecesario e incorporando la calidez, el color y la textura. Los platos en apariencia serán sencillos y desnudos pero, sin duda, con su sello personal. El propio chef lo define como un contraste culinario de "inspiración japonesa y materialización Mediterránea".
Quince comensales
Otra de las peculiares de este proyecto es que tanto el ensayo como la función se desarrollan en pleno lobby del hotel. AÜRT viene condicionado por la transparencia que existe detrás de cada plato, preparado cuidadosamente ante el cliente en un entorno exclusivo para quince personas, que se dividirán en dos amplias y confortables mesas. La cocina está a la vista y existe una interacción directa entre chef y comensal. Su menú degustación es de 89 euros e incluye creaciones como los puerros con mahonesa de jengibre, la caballa curada con migas o el pie de ternera la "perigourdine" de rape. Un total de 16 platos y una bodega de 160 referencias que atesoran los criterios de naturalidad, elegancia, artesanía e identidad. Asimismo, AÜRT cohabita con MA’I, una aproximación más informal también capitaneada por Martínez, que rinde de culto a la bebida, recuperando su protagonismo histórico en los grandes hoteles pero reiterpretando su ceremonia bajo un particular visión gastronómica. Este espacio se articula en tres áreas distintas, abiertas todo el día y dedicadas a la elaboración de tés y cafés artesanales, vermuts, cervezas y vinos, y coctelería. Este espacio se complementa con una oferta culinaria catalana.