Maestros, profesores y personal de administración y servicios (PAS) del sector de la enseñanza pública se dieron cita ayer en el Auditori Municipal de Terrassa. La sala de conciertos se transformó en sala de actos para reconocer la labor que ha llevado a cabo el personal del departamento de Educació durante décadas y que finalizó durante el curso 2017-18 por jubilación. En esta ocasión, el número de funcionarios de la comarca del Vallès Occidental que se ha despedido de las aulas ha sido también numeroso: 274 personas y seis personas de PAS, de las cuales cuarenta desarrollaron su última etapa en escuelas, institutos y servicios de Terrassa. El acto fue presidido por el director de Serveis Territorials, Jesús Viñas, y contó con la intervención de alumnos de la Escola Municipal de Música-Conservatori de grado medio de Terrasa y de alumnos del ciclo superior de primaria de la Escola Lanaspa. Viñas fue el encargado de entregar los obsequios (litografías y fotografías) a los empleados que han dejado la vida laboral activa en la enseñanza pública.
La ceremonia académica se vivió con emoción por parte de los protagonistas y también de quienes les acompañaban. Familiares y compañeros de trabajo, mejor dicho ex trabajo, arroparon a los agasajados e inmortalizaron con la cámara del móvil el momento de subir al escenario y las muestras de agradecimiento de Viñas.
En el mismo barrio
Del grupo de Terrassa forman parte Miquel Cortés Serra y Antoni Gil Escámez, ambos con cuarenta años o más en la enseñanza pública. Los dos docentes (ver entrevistas en la parte inferior) hacen un buen balance de su vida laboral en las aulas y están satisfechos de estrenar una nueva etapa sin agenda ni horarios laborales obligados. Tienen en común que han desarrollado su trabajo en el mismo barrio (Can Boada) y que son unos apasionados de la informática, la fotografía y la naturaleza.
El grueso del colectivo de jubilados está integrado por maestros y profesores que han desarrollado su tarea en centros públicos, bien en primaria, secundaria y también en Llars d’Infants. Muchos de ellos se acogen a la jubilación anticipada incentivada a los 60 años, que se puede solicitar si se han cumplido treinta años de servicio. En este caso, la pensión es más reducida. Para percibir el cien por cien hay que tener 35 años de servicio. En algún momento se debatió prolongar la edad. No hubo acuerdo. En la mayoría de los países, un docente se puede jubilar también a los 60 años si ha cumplido con un mínimo de treinta años de servicio.