El BBVA obtuvo un beneficio neto de 5.324 millones de euros en 2018, un 51,3% más que un año antes, gracias a la plusvalías por la venta de su negocio en Chile y a pesar de la caída de la lira turca y las dificultades en Argentina. El impulso de los ingresos recurrentes, la contención de gastos y los menores saneamientos contribuyeron también al alza de los beneficios, en línea con las previsiones del mercado, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sólo en el último trimestre del año, BBVA ganó 1.001 millones de euros, casi quince veces más que un año antes, cuando su beneficio fue de 70 millones de euros, tras asumir un fuerte deterioro de su participación en Telefónica. El presidente de la entidad, Carlos Torres Vila, quien relevó en el cargo al veterano Francisco González, consideró en un comunicado que en un entorno complejo, BBVA ha obtenido unos "muy buenos resultados y una rentabilidad de doble dígito", al tiempo que ha logrado "importantes avances en el proceso de transformación".
Clientes digitales
"Estamos especialmente orgullosos de haber alcanzado un significativo hito en la digitalización de nuestro negocio. A diciembre, más de la mitad de los clientes usan canales digitales, y en 2019 nuestro objetivo es también superar el umbral del 50% de clientes que usan el móvil para relacionarse con el banco", añadió. BBVA, que anunció que propondrá el pago en abril de un dividendo complementario de los beneficios de 2018 de 0,16 euros brutos por acción, destacó que la morosidad descendió al 3,9% en 2018, 61 puntos básicos menos, mientras que la tasa de cobertura alcanzó el 73%. En 2018, el banco continuó la disminución de riesgos dudosos, gracias al favorable comportamiento de España.
El margen de intereses alcanzó 17.591 millones de euros en 2018, el 0,9% menos, mientras que los ingresos por comisiones netas fueron de 4.879 millones, un 0,8 % menos. El presidente de BBVA, Carlos Torres, elogió, sin reparos la figura de su antecesor, Francisco González, pero al mismo tiempo prometio "tolerancia cero" con el resultado de la investigación encargada por el banco para investigar la relación de la entidad con el excomisario José Manuel Villarejo. En la rueda de prensa de presentación de resultados, contó que el expresidente de BBVA le transmite "una conciencia muy tranquila" y la idea de que "no sabía nada" sobre los supuestos pinchazos a políticos, empresarios e incluso periodistas a través de una empresa del excomisario que han salido en los medios de comunicación desde el arranque de este año. Torres aseguró que cree a su antiguo jefe, al frente de BBVA durante la época de las supuestas escuchas, y su opinión sobre él no ha cambiado en absoluto, pues durante más de una década le ha demostrado que es una persona "con liderazgo, trabajadora, exigente (aunque a veces resulte difícil trabajar a su lado) e íntegra". Para el presidente, su antecesor es "todo un ejemplo", "un referente" y claramente "un visionario" sobre el mundo de la banca "con fuertes principios" y que ha dejado un "legado que es innegable", pues el banco se ve como referente digital.
Piensa que a raíz del estallido del escándalo sobre las supuestas escuchas está actuando igual que lo hubiera hecho Francisco González, "con la máxima contundencia". Insistió en que "no hay que prejuzgar" ni pedir la dimisión como presidente de honor de Francisco González de la entidad. El presidente de BBVA manifestó, además, que no le correspondería a él demandar ese cese. Sobre la investigación encargada a la consultora PwC para esclarecer el alcance de las relaciones con la empresa Cenyt, del excomisario Villarejo, advirtió que, "puede durar meses".